#AMíTambién OnlineTus enredos digitales resueltosPrimera edición digital: septiembre, 2019D. R. © 2019, Karina M. Soto, Mayte F. Tepichín y Anita MejíaD. R. © 2019, derechos de edición mundiales en lengua castellana:Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. de C. V.Blvd. Miguel de Cervantes Saavedra núm. 301, 1er piso,colonia Granada, delegación Miguel Hidalgo, C. P. 11520,Ciudad de Méxicowww.megustaleer.mxD. R. © 2019, Nancy Vázquez, por el diseño de interioresD. R. © 2019, Anita Mejía, por la ilustración de portada e interioresD. R. © 2019, Karina M. Soto, Mayte F. Tepichín, por los textosPenguin Random House Grupo Editorial / Diego Medrano, por el diseño de portadaPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.Elcopyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del Derecho de Autor y copyright. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.Queda prohibido bajo las sanciones establecidas por las leyes escanear, reproducir total o parcialmente esta obra por cualquier medio o procedimiento así como la distribuciónde ejemplares mediante alquiler o préstamo público sin previa autorización. Si necesitafotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra diríjase a CemPro (Centro Mexicanode Protección y Fomento de los Derechos de Autor, https://www.cempro.com.mx).ISBN: 978-607-318-319-2megustaleermexico@megustaleermex

ESTE LIBRO ES... Para todos los seres de luz que se ha cruzado en mi vida: el niño que me ganó la bandera de la escolta por un punto (con él aprendí que debo esforzarme un poco más), mi profe estricto de Biología (su palabra favorita era disciplina), el chofer del transporte escolar con el que cantaba Life is Life(me enseñaron que debía tratar a todos por igual) y muchos más. Especialmente gracias y amor ilimitados a Dios, mi mamá Luz, papá Armando, hermano Gerardo, enamorado Rosendo, abuela María y nana Elia. ¡Los amo a todos!Para Ángeles, porque sigues inspirándome a escribir y a soñar como una adolescente. Gracias a ti, mi niña interior se divierte un montón y tiene mucho qué hacer. Para las adolescentes inquietas, raras, únicas y extraordinarias que nos inspiraron a escribir este libro. No tengan miedo de ser como son. Para Ariadne por acompañarme y hacerme reír mientras ilustraba este libro.

A mí también On lineTu vida y la forma en la que te comu-nicas y te entretienes es muy distinta a la manera en la que los adolescentes de hace unos años lo hacían. Por ello, tu gusto por estar conectada 24/7 podría parecerles extraño y hasta preocupante a tus papás. Pero no es solo eso, también el modo en el que haces amigos, te enamoras y te percibes a ti misma ha sido influenciado por el internet y las redes sociales, aunque no te des cuenta. Por ello, hoy más que nunca es necesario que te informes, conozcas las ven-tajas, pero sobre todo los peligros que representa. A través de las páginas de este libro te llevaremos a un viaje de autoconocimiento y descubrimiento de tu verdadero yo on line.

Me da miedo estar desconectadaMe gustA MÁS TEXTEAR QUE HABLARMe gusta el retoque digitalMe da igual el futuroMe entretiene más el cel

«¡Nopuede ser!, ¡maldición!», dicesconungritomientras golpeasconlospiesel piso. Olvidaste tu celular en casa y te diste cuentajusto ahora que estás por llegar a la escuela. Una ráfaga deimágenes cruza por tu mente dejándote ver lo que podríaser este día sin tu teléfono y… no se ven bien. ¿Y si tu novioya te mandó un WhatsApp y se enoja porque no le contes-tas? ¿Qué tal que tu mamá te llamó porque tu perro se pusomal y debes llevarlo al veterinario? ¿Y si tu mejor amiga pos-teó una nueva foto de su viaje a China? No, no, no. Peor aún:¿qué tal que te perdiste el storyde tu instagramer favorito,en el que por fin dice cuál es el sexo de su bebé?¡Oh, por Dios! ¡Cuán-tas cosas podrían es-tar pasando en estemismo instante!«¿Cómo pude ol-vidarlo? ¿Cómo?»,piensas mientras tejalas las mejillas conlas manos hasta casitocar el piso. Empie-zas a sentirte rara y a sudar mucho. Un frío recorre tu espalda de Y EL DRAMA 12Me da miedo estar desconectada

solo visualizar su funda dorada con unicornios rosas ¡y te sientes morir!, por lo que, luego de pensarlo durante tres se-gundos, decides que vale la pena faltar al examen de la pri-mera clase con tal de regresar a casa por tu amado celular,aunque eso signifique perder la última oportunidad para no irte a extraordinario. Cualquiera lo haría, ¿no?¿la relación con tu celular es un amordesmedidoy enfermizo?#AMíTambién13

Me da miedo estar desconectadaQuizá tu miedo a estar sin tu smartphone, tablet, compu, videojuego o laptop podría estar justificado porque, aunque no lo creas y como lo muestra este es-tudio realizado en 2018 por Digital Information World, cada minuto en internet… Sereprodujeronpoco más de cuatro millonesdevideosenYouTube.Seenviarontrein-ta y ocho millones de WhatsAppsydieciochomillonesdemensajesde texto. Se reprodujeron un totaldeDoscientassesentayseismilhorasdecontenidoentrelosusuarios de Netflix. En Google se rea-lizaron casicuatromillones de búsquedas. Sedescargarontres-cientos setenta y cinco mil apps. Se enviaron cuatro-cientos ochenta y un mil tuits.porsifuerapoco,Más de dos millones de Snapchats fueron creados.14

Puff, esoes demasiado, ¿no crees? Viéndolo así, suena te-rro-rí-fi-co pasar 60 segundos alejado de tu cel, porquetodo indica que te estás perdiendo de novedades real-mente importantes, de las cosas que mueven al mundo,de las noticias que harán historia e incluso del nuevovideo de JD Pantoja…Si imaginar un día completo sin internet te causa con-flictos y las cifras anteriores hicieron que tu párpadoizquierdo empezara a temblar,entonces podrías padeceralgo que los psicólogos llaman «nomofobia».No, no es elmiedo a los gnomos, sino que es el temor irracional a noestar conectada, a alejarte de tu smartphone, dejarlo entu casa e incluso a no poder consultar mensajes, redesy correos cada segundo por falta de una señal decentede internet. ¿Te identificas? Muy bien. Tranquila. Respira.Deja el celular lentamente sobre la mesa, no le des re-fresh y sigue leyendo.Lopeor detodoesque, enesta bellay sensacional época tecnoló-gica, vertiginosay digital quenostocóvivir, resulta muy «normal» depender del smartphone, porque es una herramienta muuuy importante en la actualidad, útil y hasta indispensable, que nos permite tener acceso a información de manera inmediata, acercarnos a nuestros amigos, hacer la tarea, comunicarnos con la familia… ¡y hasta quedar en una cita! #AMíTambién15

La nomofobia podría parecer algo inofensivo y sin impor-tancia, y ser un padecimiento que quizá todo el mundo tiene (sí, hasta tu papá),pero detrás de ella podrían estar escon-didos problemas psicológicos muchos más graves que des-encadenan esta adicción. ¡Pum!De hecho, la doctora Claudia Winckel-mann, psicóloga clínica con 16 años de experiencia, nos cuenta que la nomofobia dispara una ansiedad muy específica que no se puede controlar, e incluso, llega al punto de impedir a la persona que la pa-dece el tener una vida normal, lo que altera su entorno. Pero ¿cómo saber si tú tienes esta adic-ción? Ella nos saca de dudas.Tienes taquicardia, su-doración y hasta malestar estomacal cuando se va el internet de tu casa, y regañas a tu mamá porque no lo pagó a tiempo.Cuando pasas un ra-to sin ver el feed de tuInstagram sientes la bo-ca seca y te pones ner-viosa y con ansiedad.Si estás en el cine, in-ventas que vas al baño pa-ra poder salir de la sala yrevisar tus mensajes.Si tus papás te casti-gan por tener malas califi-caciones quitándote el ce-lular por una semana, ¡lesdejas de hablar por un mes!16Me da miedo estar desconectada

Antes de acep-tar salir a ver a tu abueo a una fiesta, preguntassi hay wifi en la casa quevisitarás, si no, abortas lamisión y no vas.Necesitas estar co-nectada todo el tiempo, ¡hasta en el baño!Obvio, duermes conel cel al lado de tu cama yte levantas por las nochesa revisar si te llegó un men-saje o para checar tus redessociales, lo que te provocainsomnio posteriormente.Sientes que tie-nes la obligación de comunicar, postear, compartir la foto de la graduación antes que nadie y estar 24/7 en redes es un trabajo real para ti.Crees fervientementeque, si no estás conec-tada, ¡no existes!Te sientes mo-rir cuando ves que se está acabando la batería de tu smartphone. Miras lapantallainsisten-temente,aunque noesperes nin-guna llamada.Tienes pensamientos ob-sesivos relacionados con eluso de la tecnología (¿Ya ha-brá contenido nuevo de LosPolinesios?, ¿ya habré llegadoa los cinco mil followers enInsta?, ¿mi ex le habrá dadolike a mi foto en bikini?, ¿revisémi mail?, ¿ya llegó la notifica-ción del nuevo video?).#AMíTambién17

Claudia, quien además es especialista en adicciones, asegura que tu edad contribuye a este apego a internet, pues además de que estás superfamiliarizada con el uso de estas tecnolo-gías, ¡creciste con ellas! En esta etapa buscamos encajar, per-tenecer a un grupo, así que no hay nada más fascinante que obtener esta aceptación a través de unos cuantos likes; de hecho, comprobar que a la gente le gustan tus posteos es adic-tivo. Necesitas que los demás te digan que te ves bien, que tu ropa está cool y que tus fotos son lo más. Tooodo lo anterior, sin duda, te hace más propensa a estar pegada a tu device o dispositivo favorito y, como las gratificaciones en las redes son inmediatas, quieres pasar todo el día en ellas para, efectiva-mente, comprobar que ya puedes ver el video de tu youtuber favorito y sonreír al ver que (¡sí!) tu ex te vio luciendo mejor que nunca y en poca ropa (ñaca, ñaca). La recompensa lo es todo. Por ello la esclavitud es absoluta y la adicción, incontrolable. Perdón por el drama, pero esto es muy pe-ligroso, pues podrías perder el con-trol sobre el uso de tus dispositivos. «Escomo si fuerasadicta a sustan-cias psicoactivas, peroeneste casono puedesdejar deactualizar el feedde Instagram.Por ejemplo, con losvideojuegos se detonan neuro-transmisores parecidos a los quese segregan al usar una droga»,asegura la psicóloga Clau.18Me da miedo estar desconectada

Tranquila, unidassaldremosadelante. Esmomentodequete integresanuestrogrupo deayuda:AdictasDependientesAnónimasdel Celular y susRedes, A.C. ¿Te animas?Debes saber que lo que hacesno está cool, pues más allá deque tus papás te hayan re-petido hasta el cansancio quete estás perdiendo de la vidareal (perdónalos, ellos nuncasupieron lo que era tener un te-léfono para ellos solos, tenían queir a la biblioteca a hacer la tarea porqueno existía Google y las redes sociales en su infancia eran uncuento de ciencia ficción), sí puedes vivir sin tener un celularen la mano, incluso cuando vas a hacer popó. Lo cierto es que tu vida social se está transformando de unmodo que podría ser irreversible, al aislarte cada vez más delmundo, de tu familia, de tus amigos.¿Qué es eso de andarviendo videos graciosos de animales y morirte de ternura conellos mientras tienes a tu perro de carne y hueso a un lado,mirándote con amor y esperando a que le lances su juguete fa-vorito? ¿Cómo que le pides a tu novio que te mande emojis debesito en lugar de dárselos en persona? ¿Captas? Hay muchasformas en las que esta aparente conexión te desconecta de loque te rodea. De hecho, fenómenos tan nuevos como la alexi-timia y el phubbingestán relacionados con esta adicción y sontan peligrosos e importantes que incluso hay un capítulo enterodedicado a ellos en este libro. No dejes de leerlo.#AMíTambién19

Tu vida se debe basar en tiy no en estar pen-dientedeloquehacen, comentany ven los demás.Si desapareces unas horaso incluso un día entero delas redes no pasa nada, sobretodo si estás frente al mar, tendida en la arena y leyendoun libro muy especial.¿Quieres que los demás envidien tu vida social? No lo lograráshaciéndote selfies en el baño de tu casa. ¡Sal de ahí!, retrata todas esas experiencias que únicamente tendrás si sales al jardín, al parque, a la montaña… ¡al mundo!S.O.S. CELNopodemos pedirte quenuncamásto-ques tu amadosmartphone, tampocoqueevites todocontacto conaparatos,y menosdecirteque sondelmal: no,porque con ello también corres elriesgo de vivir en un mundo en el queno tienes el mismo contexto e informa-ción que los demás, ya que es cierto quemuchas cosas suceden ahí y te ayudan a estar informada. Hoy endía todo empuja al uso de la tecnología: la escuela (con un Skype lo-gran hacer un trabajo en equipo), te dan la oportunidad de acortardistancias y tiempo y le permiten saber a tus papás en dónde estás,pero es necesario que te enteres de que…20Me da miedo estar desconectada

Aceptar que tienes un pro-blema. Oh, sí, sí lo tienes.Haz un compromiso contigomisma, ¿cuánto te parece un tiemporazonableparaestarenredes? ¿Unahora, dos?Decídelotú, pero bájale gradualmente a reloj de tu consumo digital.Ahora, pasa los mismos minutos que hayas acordado en la red haciendo cosas con tu familia o amigos.Lee al menos media hora al día un libro de papel todos los días.Haz actividades deportivas o busca un pasatiempo que te mega raye.Visita un museo o exposi-ción que te interese, al menos una vez al mes.Proponte tomarte una selfie en un lugar diferente cada fin de semana.Apaga el cel durante la noche y que su pantalla no sea lo primero que veas al des-pertarte. Mejor inicia con una rutina de yoga, por ejemplo.No lleves la tablet al baño,plis., plis, plisSisientesquenopuedescon todaslas tareasanteriores,busca ayuda de un profesional de la salud mental.Es muy probable que poco a poco vayas curando tu adicción, sobre todo con actividades fuera de tu mundo digital, el cual no es necesario abandonar al 100%, pero te aseguramos que esos momentos lejos de una pantalla te ayudarán a identificar quién eres, con qué te sientes a gusto y cómo deseas que sea tu vida real. Si no eres capaz de encontrar satisfacciones fuera de esa vida y de esos compromisos virtuales, es momento de…#AMíTambién21

Esoficial:tugalán teha decepcionadoaungrado nuncaantesvisto. Olvidó que justo hoy cumplen tres meses, dos semanas ycuatro días de novios. ¿Qué le pasa?, ¿fue parte de un ex-perimento extraterrestre y se le borró de la memoria estafecha tan especial? No quieres acercarte a él y evitas todotipo de confrontación…, ¡aunque él esté a solo unos pasos deti y quieras decirle hasta de lo que se va a morir! Te quedasobservando cómo se divierte con sus amigos en el patio delcole ¡al que asisten juntos! ¡Aaaah!, pero eso sí, tus dedosson más atrevidos y veloces a la hora de enviarle por ce-lular cientos de caras rojas de ira ¿y por qué no?, hasta ese emoji de dedo mediomedio que rara vez envías,pero que es muyútil en este caso.Me gusta más textear que hablar24

El pobre de tu novio ni siquiera sabe por qué le mandas esosmensajes y te mira de lejos con cara de «¿Y ahora qué hice?».Haces esto porque no te atreverías a ir con él y decírselode frente. Así te sientes mejor, empoderada. Por supuesto,luego de horas de sufrimiento porque ni lo saludaste, ni lehablaste ni lo buscaste en todo el día, llegas a tu casa y de-cides que es momento de inundar el smartphone de tu chicocon las lágrimas del emoticón más triste de WhatsApp. Apro-vechas también para modificar el estatus de mensajes a «Nomolestar», esperando que con eso sea suficiente para queél sepa o se entere de que te estás muriendo de tristeza ydolor. Drama. Drama. Drama.#AMíTambién25

Loqueacabas de tener contugalánnoesuna conversaciónreal y, aunqueefec-tivamenteparecequeconlosemojis lodecimostodo, una carita roja no basta para in-formarle cómo te sientes, ni mucho menos sustituye un diálogo frente a frente, con todo y las consecuencias que pueda tener. Aunque existe un catálogo enooorme de «emo-ciones» para compartir con solo un send,los sen-timientos y las relaciones humanas son un poqui-titito más complejas que eso.Si lo piensas bien, ni la combinación perfecta de todos los emoticones que conoces alcanzaría para describir cómo te sientes luego de la muerte de un ser querido, por ejemplo. Tampoco son suficientes para explicarle a tu mamá que reprobaste el examen final (con en-viarle una cara de sorpresa, de llanto y una pistola podrías provocarle un infarto).Besito, corazón, beso, abrazo…26Me gusta más textear que hablar

Abre una conversación al azar en tu cel y checa cuántos emoticones compartiste en ella.Dos o tres.Casi toda la conversación sonimágenes.Mitad texto, mitad emojis.Vamos a checar si te sabes comunicar o los emojis obstacu-lizan las conversaciones en tu vida.Cuando envías por primera vez un mensaje de texto a una persona, ¿qué haces?Digo: «Hola, aquí está mi número para que no me olvides, soy…».Envío el emoji de cara loca y lengua salida.Escribo «hello», más una cara con guiño.aabcbc#AMíTambién27

Espero a que llegue del trabajo para decirle. Le mando un mensaje y le pongo la imagen de manitas juntas «Por favor, por favor, por favor», como mil veces. Le escribo un Whats desde la escuela para ponerla en antecedentes y luego le cuento el plan en la casa.¿Te han dicho que es más sen-cillo hablar contigo por mensaje que de frente?No, para nada.Sí, todo el tiempo, porque me siento más segura comunicándo-me por celular.Depende, porque tengo amigos virtua-les que viven en otros países con los que no me podría comunicar de otra forma.Si le quieres pedir permiso a tu mamá para ir a una fiesta, ¿cuál es tu modo de operar?Te enteras de que es cumple de tu crush, ¿qué haces?Lo busco en el cole y le doy su abrazo. ¡Hay que aprovechar!Publico el emoticón de un regalo en su foto más reciente de Instagram.Pongo en su perfil deFacebook un videodivertido con Las ma-ñanitasy luego lo fe-licito en su fiesta decumple.aabcbcabc28Me gusta más textear que hablar

Resultados:MAYORÍA DE AMAYORÍA DE BMAYORÍA DE CTextualmente, ¡no tienes problemas! Sabes para qué sirvenlas palabras y las usas perfectamente. Saludas, dices«Adiós» y eres congruente con lo que escribes y lo que haces. No hay problemas entre tú y la mensajería digital instantánea, pero te convendría conocer más acercadel lenguaje y sobre cómo la tecnología podría ayudarte a comunicarte mejor. Eso dehablar en personacomo que nose tedae incluso loevitas, pues sientesmiedoy hasta penadeconversar conal-guieny ser juzgada, además deque tienesmiedode quetu mamávayaadecir que«no»a ese permisoquetantoquieres, poresoestás atrapada enun mar de emo-ticones. Has hecho de la pantalla detucompu ocelular tuescudoprotector parano enfrentarteasituacionesque notegustan. Siguenuestrostipspara dejar devivir… ¡incomunicada! Eres la mezcla perfecta en-tre las palabras y las imá-genes. Mantienes un equilibro saludable de textos y emoti-cones, pues sabes que estos últimos son unaherramienta que te permite compartir in-formación emocional adicio-nal en tus mensajes, lo que es indispensable en la comu-nicación digital en la que so-lamente vemos una pantalla y nos perdemos de los gestos, expresiones y sonidos que tenemos en unaconversación real. Tú, muy bien.#AMíTambién29

Emoji es una palabra de origen japonés. Se les llama así a las imágenes que se usan en los medios digitales para expresar una idea, emoción o sentimiento. Está com-puesta por la palabra japonesa (e), que significa imagen, y (moji), letra.Hablar o no hablar, ese es el dilemaPero… ¿adivinaqué? No lepuedes echar laculpa alosemo-ticones por tu falta dehabilidades socialesy baja capacidadparaentablar conversacionessin un smartphoneenlamano, pues lejos de empobrecer el lenguaje, esas caritas que mandas sirven para darle «color» al chat, para aderezarlo con lo que en una plática serían el tono de la voz, el sentido del humor, los gestos y hasta las miradas. Así que, empleados de forma correcta, son un instrumento que enriquece la comunicación, la complementa y hasta la hace más entretenida. El problema es preferir la co-municación digital a la humana o sustituir pláticas y encuentros «en vivo» por miedo a enfrentarnos a cosas que no nos laten mucho. 30Me gusta más textear que hablar