6Era el año 1872. Phileas Fogg, un caballero elegante y discreto,vivía en Londres, en el número 7 de Saville Row. No se le conocían amigos ni parientes, solo se sabía de él que era socio del Reform Club y que sus únicos pasatiempos eran la lectura, jugar a cartas e ir puntualmente al club donde comía y cenaba, siempre a la misma hora y en la misma mesa.
8Pocos sabían que Fogg teníaun criado llamado James Foster, al que exigía puntualidad y rigurosidad. Por eso, el día que preparó el agua caliente del afeitado a una temperatura de veintiocho grados en lugar de los treinta habituales, Fogg lo despidió.
9La mañana del 2 de octubre, Jean Passepartout, un joven francés de unos treinta años, se presentó en su casa dispuesto a ocupar el puesto del anterior criado.—¿Qué hora marca su reloj? —interrogó Fogg desde su sillón. —Las once y veintidós minutos —respondió el joven. —Va retrasado. Ahora, a las once veintinueve de la mañana del miércoles 2 de octubre de 1872, empieza usted a trabajar para mí —dicho lo cual Fogg se marchó al club.