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JULIE
D
’
AUBIGNY
Juli ’Aubigny (circ 1670-1707). Espadachin y cantant d per frances, su dote d esgrimist y s espírit ibr embarcaro e umerosa aventura.la cantante esgrimistaSi te dicen que pienses en una cortesana del siglo xvii, lo primero que vendrá a tumente serán los rostros empolvados, las pelucas y los fastuosos vestidos. Sin embargo,a Julie —o Mademoiselle de Maupin, como fue conocida en su tiempo— esas cosasno le gustaban nada. Ella prefería vestirse de hombre y no tenía problemas a batirseen duelo con quien fuera. Su vida libre y audaz inspiraría numerosas leyendas.Julie no era la típica dama francesa. Su padre, secretario de un importante con-de, enseñaba esgrima a los pajes del rey, y ella aprendió a leer, a escribir, a pin-tar... y a luchar con la espada. Para pasar desapercibida, siempre se vestía como un niño. Se casó muy joven, pero pronto fue a París en busca de nuevas aventuras. Allí mantuvo romances con muchos hombres y mujeres, y se convirtió en una estrella de la ópera. Pero, como se aburría, de vez en cuando volvía a coger la espada y, ves-tida como un hombre, siempre se metía en líos. En una de sus rocambolescas corre-rías, sedujo a una joven. Al enterarse de la relación, los padres se escandalizaron y obligaron a la joven a ingresar en un convento. Entonces Julie se hizo pasar por monja, incendió el convento y se escapó junto a su amante. Y esta solo fue una más de otras tantas aventuras que corrió... Su voz de contralto, grave, cautivó París, y su fama la siguió hasta la corte de Ver-salles, donde se ganó una reputación de salvaje por besar a las damas disfrazada dehombre y provocar duelos que a menudo acababan con heridos y en los que ellasiempre salía victoriosa. Su afición por los duelos, que estaban prohibidos, le obligóa dejar por un tiempo la ciudad y continuar su carrera de cantante en Bruselas.Julie vivió como quiso, sin tener en cuenta géneros ni los prejuicios a su alrede-dor, y demostró que, al fin y al cabo, lo que importa es ser fiel a los dictados del corazón.