Edición en formato digital: junio de 2021© 2021, Elisa Arias (Señorita Opositora), por el texto© 2021, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona© 2021, Teresa Cebrián, por las ilustracionesDiseño de portada: Teresa Cebrián Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.El copyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autoresy permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org)si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-18040-08-5Compuesto por Teresa CebriánComposición digital: Newcomlab S.L.L.

A ti, Elisa, porser el motorque impulsa mis alas. Contigo nada me da miedo ysiento que soycapaz de conseguir cualquiercosa.Gracias por llegar en el momento justo para convertirme en otra mujer, madre, yhacerme conocer el amor incondicional.

5temariooficialSupongo que algunos ya me conoceréis de Instagram, mi red social favorita. Mi historia allí nació cuando acabé mis estudios de Laboratorio Clínico y tomé la decisión de... En aquel momento solo sabía que debía estudiarpara aprobar un examen; desconocía que después vendríauna fase de concurso y ni siquiera conocía cuál era el temario oficial. A esto se sumaban mis miedos y frustraciones de no saber cómo afrontar el estudio por falta de tiempo, de organización o simplemente de motivación. Así que decidí abrir una cuenta de Instagram dedicada a los estudios para dar y recibir el apoyo y la comprensiónque solo quien es opositor@ o estudiante sabe que necesita. OPOSITAR PARA: Técnico Especialista en Laboratorio.cuándoestudiarorganizaciónmotivación

6Nació entonces @srta_opositora, una mezcla de vida personal y estudios que al final acabó convirtién-dose solo enestudios. Y, sin darme cuenta, empecéa formar parte de una comunidad inmensa de personas que estaban en la misma situación que yo. Poco a poco, los seguidores empezaron a subir, y mi motiva-ción para ayudar a los demás creció también. Insta-gram es una ventana donde puedo asomarme y verlos logros ajenos y los míos propios, donde me dejo caer de vez en cuando para saludar y enseñar lo que estoy haciendo en ese momento y donde puedo seryo misma, siempre transparente y sincera, algo queescasea en las redes sociales.No siempre tuve claro a lo largo de la vida a qué me quería dedicar. Pasé por muchas etapas: con 15 años pensaba que quería ser enfermera, con 17 cambiéa bióloga, a lo largo de la carrera me di cuenta de que me encan-taba estar en el laboratorio de microbiología, luego quise investigar y al acabar la carrera supe que deseaba volver al ámbito sanitario. @srta_opositoraEN ESTE LIBRO VOY A ABRIRME EN CANAL PARA QUE SEPÁIS CÓMO SOY Y A QUÉ METAS ASPIRO. Quedaos hasta el final porque os aseguro que merecerá la pena.132

7¿Por qué decidí opositar? «Opositar», qué verbo más especial. Confieso que al prin-cipio de adentrarme en este mundillo ni lo conocía.Todo empezó porque durante el ciclo llegó un chico queya era técnico de laboratorio a clase para darnos una charla.Fue ahí donde me enteré de que en breve iba a haber un examen de Técnico Especialista en Laboratorio que aún no tenía fijada la fecha, y empezó a rondarmeporla cabeza la idea de apuntarme. Al final me decidí a hacerlo porque buscaba una estabilidad económica que no había tenido hasta el momento, por conseguir un trabajoestable en el que sentirme realizada y, sobre todo, por probarme a Después de finalizar mis estudios llegaron unos años de incertidumbre en los que no supe qué rumbo tomar o qué hacer en la vida. Tenía claro que no quería moverme de mi ciudady que las oportunidadesmás brillantes de trabajo se encontraban en el extranjero, donde se valoran más la ciencia y la investigación. Parecía que había agotado todas mis ideas y mis expectativas laborales no eran muy buenas: trabajos precarios en prácticas o que nada tenían que ver con mi formación. A lo largo de mi vida he trabajado como teleoperadora, vendiendo noches de hotel, de camarera en un catering, de forma-dora en cursos para personas en riesgo de exclusión social o como auxiliar administra-tivo enun desguace de coches. No fue hasta que decidí estudiar un ciclo formativo supe-rior de Laboratorio Clínico cuando pegué el salto al mundo laboral acorde con mis estu-dios y mi formación. LAS OPORTUNIDADES MÁS BRILLANTES DE TRABAJO SE ENCONTRABAN EN EL EXTRANJERO.Se valoran más la ciencia y la investigación.

8mí misma quepodía ser capaz de lograr mi plaza. Pagué las tasas en octubre de 2016 y me lancé a probar suerte y vivir la experiencia de enfrentarmea una prueba de esta envergadura. En ese proceso de estudio estuvesola. Yo fui laque se buscó el temario oficial y se hizo sus propios apuntes. Supuso todo un reto y los escasos conocimientos que tenía sobre esa situación tampoco me ayudaban, pero poco a poco fui recabando informa-ción y empecé a sentirme más cómoda. PROBARME A MÍ MISMA QUE PODÍA SER CAPAZ DE LOGRAR MI PLAZA.El examen no se celebró hasta octubre de 2018, dos largos años después. Quedé en muy buena posición, la 92 de más de 1200aprobados, aunque sabía que era imposible conseguir la plaza en la fase de concurso, donde sevaloran los méritos y los puntos de experiencia trabajada. Como esperaba, no obtuve la plaza, pero sí que me llamaron de la bolsa de trabajo para empezar a trabajar en hospitales públicos.Desde entonces, combino estudiar las oposiciones conel trabajo y mi vida personal. Para mí, lo peor de opositar es el tiempo de espera quetranscurre desde que decides poner toda lacarne en el asador y dar todo lo mejor de ti estudiando hasta que sale la fecha del examen, que enmi caso fue un periodo de dos años. Lo habitual es quehaya que esperar mucho tiempo a que salga la oferta conel número de plazas y a quese publique la convocatoria del examen; es fácil frustrarse y agotarse durante el periodo entre pruebas. Estudiar las oposicionestrabajo++vidapersonal

9Sin embargo, aunque es un trabajo arduo, se puede serfeliz oposi-tando. Soy una persona a la que le gusta investigary conocermás sobre la viday la ciencia. En mi profesión no se deja de aprendernunca y la formación continua es esencial; sé que probablementetendré que seguir formándome durante el resto de mi vida laboral. Me queda mucho tiempo de estudio por delante, pero no lo veo como una obligación penosa que me quita tiempo de vivir«de verdad». Durante estos años, desde que empecé a opositar, he aprendido a priorizar y parcelar todos los ámbitos de mi vida,aten-diendo a mis obligaciones como madre, esposa, hija, hermana, amigay estudiante, sin que esas relaciones se vean afectadas. Al contrario, se han reforzado porque he recibido mucha ayuda de todo mi entorno y siempre me han animado a seguir adelante. Nunca he escuchado un «déjalo», «eso no es para ti», «nunca lo conseguirás», quizás porque yo lo tengo tan claro que soy capazde transmitir y contagiar ese entusiasmo que pongo entodo lo que hago. Siempre busco la excelencia y el buen hacerporque solo así salenlas cosas. Y, si algo no sale bien, ya le busco yo la manera de verle el lado positivo. Además, cómo no, quiero serungran ejemplo para mi hija. Ella es el motor que me impulsa a llegar cada vez más lejos. Quiero que se sienta orgullosa de mí.SIEMPRE BUSCO LA EXCELENCIA Y EL BUEN HACER PORQUE SOLO ASÍ... SALEN LAS COSAS.

10Nos hemos embarcado en conseguir un OBJETIVO y créeme que... El simple hecho de opositar ya es avanzar más de la mitad del trayecto; el resto es seguir apartando las piedras del camino, tropezar, caer y volver a levantarte. Déjame decirte que así sabrás que estás en la dirección correcta. Y con el trabajo duro viene de la mano el éxito, tarde más o tarde menos en llegar. El caso es que al final llega.Sé queconseguir mi plazaes un sueño todavía lejano. Aúntengo que reco-rrer caminos, y, ya sean fáciles o difíciles, quiero disfrutarlos. Forman parte del proceso y cuando llegue a cruzar la meta quizás no meconforme, a lo mejor quiero más. Cuando esté al borde de ese río, cruzaré ese puente. No quiero vivir más allá del presente, dando pasos firmes y con buena letra, absorbiendo cada parte de esta aventura y, como siempre, ayudandoy motivando a los que se crucen o me acompañen en esos senderos.Mis motivos para opositar pueden ser diferentes a los tuyos, o tus circuns-tancias pueden ser otras muy distintas a las mías, pero tenemos una cosa en común:

11Cuando decides opositar, al principio no sabes a qué te enfrentas. No es algo que te expliquen con detalle tras acabar una carrera o finalizar los estudios, así que te encuentras con mil dudas y obstáculos. Solo el hecho de enfrentarlos ya es un logro. Muchos lo dejan, pero tú sigues ahí intentándolo una y otra vez. Permíteme que te diga que eres valiente, pase lo que pase y sea cual sea el resultado.

13Mi ritual es poner música clásica a volumen tenue (prefiero el piano; suelo escuchar Ludovico Einaudi y los nocturnos de Chopin), una vela encendida, café o té, una manta sobre las piernas… ¡y a empollar!tu

14Prepararse para estudiar es casi igual deimportante que estudiar en sí. Tienes que averiguar cuáles son los pasos y rutinas que te ayudan a encontrar la motivación y la concentración necesarias,o crearte unos que funcionen con tu forma deestudiar. Es más fácil de lo que piensasy supone una gran ayuda. Preparar el entorno Añadir algo de música, silencio o ruido blanco Acompañarte de una bebida Encender una vela Encontrar tu mejor momento ¿Estudiar sol@ o en compañía? Repetir un mantra

15Prepara el entorno Como ya te he dicho, el orden y la limpieza son muy importantes a la hora de comenzar un turno de estudio. Empieza colocando junto a ti todo lo que vayas a necesitar para evitar distracciones innecesarias.Elige el material que vas a utilizar para esa sesión: el libro que estés usando, unos folios o una libreta, tus bolis y subraya-dores, un reloj o un cronómetro y tu planifi-cador o agenda.Hazlo cada vez que necesites ponerte a estudiar, como una especie de ceremonial que prepare tu cerebro para todo lo que se le viene encima y para hacer más lleva-deras las horas de estudio. Es una manera de crear rutinas y hábitos que te ayudan a concentrarte.

16Añade algo de música, silencio o ruido blancoAlgo que a mí me funciona genial es acompañar esos momentos con algo de música relajante. Prefiero que sea piano o, en su defecto, violín. Debe ser música sin letra y a un volumen muy suave, casi imper-ceptible. Tú tienes que encontrar la manera que encaje contigo. Sé que hay personasque necesitan silencio absoluto (de ahí que usen auricu-lares insonorizados o tapones) y que cualquier ruido las saca del foco, y otras personasprefieren ruido blanco o el famoso ASMR. Sea cual sea tu caso, adelante. Parte de tu ritual puede consistir en no escuchar nada o en escuchar lo que quieras.A esto de estudiar con música me aficioné con una compañera de la facultad que escuchaba los noc-turnosde Chopin mientras lo hacía. Son untotalde 21 obras de piano que compuso entre los años 1830 y 1844. Yo suelo ponerme solo al-gunos de ellos, los interpretados por Daniel Barenboim. Otra com-positoramás contemporánea a laquedescubríacudiendo a clase de música cuando tenía 13 años es Su-zanne Ciani. Su disco Pianissimome conquistó y hasta el día de hoy lo sigo oyendo para otras cosas además de estudiar porque es capaz de trans-portarme mentalmente a lugares que ni conozco y en los que nunca he es-tado. Es curioso cómo la música es capaz de lograr esto.Y qué decir de mi querido Ludovico Einaudi… Quien aprecie este tipo de música coincidirá conmigo en que es celestial.Todo es cuestión de acostumbrar-se. Al principio me costaba alcanzar la concentración plena con la música relajante de fondo, pero, poco a po-co, y a base de escucharla, conseguí entrar en una especie de trance en el que la música pasaba a un segundo plano y en mi cabeza solo resonaban las palabras que estaba estudiando. A veces me sucede que, si estudio en silencio, cosa que también suelo ha-cer, noto queme falta algo, y ese algo es la música.

17Acompáñate de una bebidaOtra cosa que me encanta es pre-pararme una bebida ca-lentita en invierno o fresquita en vera-no. Para la épocade más frío me gus-ta servirme un té, uncafé o una infusión.Me ayuda a entrar en calor, me hace más ameno el estudio y repongo fuerzas. Agarro mi mantita y mi estufa y me estudio lo que me echen. Si fuera es-tá lloviendo, ya es la felicidad máxima. No hay nada que me guste más que estudiar con esa combinación: lluvia o tormenta de fondo, bebida calentita y el espacio de trabajo organizado a mi gusto. En verano da más pereza estudiar, al menos a mí, y hay que hacer un sobreesfuerzo para vencer las ganas de procrastinar. Apetece estar en la calle, en un restaurante, en la playa o en la piscina, pero el deber es el deber. Un refresco o un té frío es la mejor opción para sobrellevar el calor y la sed.Enciende una velaDe nuevo, esto es muy personal, pero tal vez te ayude a ti también, porque se ha convertido en parte imprescindible de mi rutina: una vela aromática encendida no me puede faltar. Es el toque de calidez que completa un buen ambiente de estudio, aunque sea verano. Ese titileo de la llama acompaña al relax que transmite la música, y todo suele ir rodado.