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Ilustraciones deRicard Zaplana RuizTraducción deImma EstanyYuval Noah harari Diario de cómo conquistamos la Tierra
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Título original: UnstoppableUsPrimera edición: septiembre de 2022© 2022, Yuval Noah HarariTodos los derechos reservados© 2022, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 BarcelonaTodos los derechos reservados, incluido el de reproducción total o parcial en cualquier formato © 2022, Ricard Zaplana Ruiz, por las ilustraciones© 2022, Imma Estany, por la traducciónDiseño de portada: adaptación del diseño original de Hanna Shapiro. Penguin Random House Grupo Editorial© Ricard Zaplana Ruiz, por la ilustración de la portadaC.H. Beck & dtv:Editores: Susanne Stark, Sebastian UllrichSapienship Storytelling:Producción y gestión: Itzik YahavGestión y edición: Naama AvitalMarketing y Relaciones Públicas: Naama WartenburgEdición y gestión del proyecto: Nina ZivyAyudante de investigación: Jason ParryCorrección y edición: Adriana HunterAsesoramiento en diversidad: Slava GreenbergDiseño: Hanna Shapirowww.sapienship.coPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.Elcopyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-19357-55-7Compuesto en Compaginem Llibres, S. L.Composición digital: www.acatia.es
A todos los seres: los desaparecidos, los vivos y los que aún están por venir. Nuestros antepasados hicieron del mundo lo que es. Nosotros podemos decidir en qué se convertirá.
Línea del tiempo de la historia ................................................¿QUsOnrealmenTelOsHUmanOs?.............................apíTUlO1:lOsHUmanOssOmOsanimales....................apíTUlO2:elsUperpODerDelOssapiens..................apíTUlO3:ÓmOViVíannUesTrOsanTepasaDOs........apíTUlO 4: ¿DÓnDe FUerOn a parar TODOs lOsanimales?...............................................Agradecimientos ..................................................................Sobre este libro ....................................................................Mapamundi de la historia ......................................................212154577135 168171172
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recer no es tarea fácil. No solo para ti y para tus amigos y amigas, sino para todo el mundo. Incluso para los animales.Paracrecer, los cachorros de león deben aprender acorrer yacazarcebras. Un pequeño delfín tiene que aprender anadar y aatraparpeces. Un polluelo de águiladebe aprender avolar yahacer un nido.Y todo eso no es sencillo.Para los humanos, hacerse mayor todavía nos resultamás compli-cado, porque no estamos seguros de qué necesitamos aprender. Los leones corren y cazan cebras, los delfines nadan y atrapan pe-ces, las águilas vuelan y construyen nidos…, pero ¿qué hacen los humanos? Cuando eres mayor, puedes conducir un coche másrápido de lo que es capaz de correr ningún león. Puedes navegar en barco más lejos de lo que llegará nunca ningún delfín. Puedes pilotar un avión a mayor altura de la que cualquier águila consigue volar. Podrías hacer un millón de cosas más, cosas que los animales ni siquiera pueden imaginar, como inventar un nuevo videojuego, descubrir un nuevo tipo de medicina, encabezar una expedición a Marte o pasarte el día en casa sentado viendo la televisión. ¡Los humanos tenemos muchísimas opciones! Es por eso por lo que resulta tan confuso ser un humano. Pero, sea lo que sea lo queacabes haciendo, es bueno saber por qué los humanos tenemostantas opciones ya de entrada. Y eso es porque dominamos el planeta Tierra.Antiguamente eran muchos los animales que dominaban el pla-neta: leones, osos y elefantes eran los amos en la tierra. Delfines,
13ballenas y tiburones eran los reyes de los mares. Las águilas, lechu-zas y buitres eran los dueños del cielo. Pero ahora los humanos lo dominamos todo: tierra, mar y cielo. Vayamos adonde vayamos en nuestros coches, barcos y aviones, los leones, delfines y águilas de-ben apartarse… ¡Y rápido! Los animales no pueden evitar que cons-truyamos autovías en sus bosques. No pueden impedir que levan-temos presas en sus ríos. Y no pueden librarse de que contaminemos los océanos y el cielo.De hecho, los humanos ahora somos tan poderosos que el destino de todos los demás animales depende de nosotros. La única razón por la que los leones, delfines y águilas aún existen es porque se lo permitimos. Si los humanos quisiesen deshacerse de los leones, los delfines y las águilas de todo el mundo, podrían hacer que eso fue-se una realidad en cuestión de un año. Esto es mucho poder, y se puede usar bien o mal. Para ser un hu-mano, debes entender el poder que tienes y lo quepuedes hacer con él.Y, para ello, necesitas saber cómo nos hicimos con el poder al principio.Los humanosno somos fuertes como los leones, no nadamos tan bien como los delfines ¡y sin duda no tenemos alas! Entonces… ¿cómo hemos logrado dominar el mundo?La respuesta a eso es unode los relatos más extraños que vas a oír nunca.Y u hto .
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uestra historia empieza hace millones de años. Por aquel entonces, o huo oo o- y cot.La gente no vivía en casas, ni iba al traba-jo ni al colegio, y no tenía coches ni ordenadores. Vivíanal aire libre, trepabana los árboles para recoger frutos, buscaban setas y comían gusanos, caracoles y ranas. Los demás animales no temían a los humanos y no les prestaban mucha atención. Nadie habría imaginado que algúndía los huma-nos llegarían a la Luna, fabricarían bombas atómicas o escribirían libros como este.Al principio, los humanos ni siquierasabían hacer herramientas.A veces usaban piedras paracascar nueces. Pero no tenían arcosni fl echas, lanzas ni puñales. e tvt déb y, en cuanto aparecíaun león o un oso, tenían que huir, ¡y muyrápido!Actualmente, muchos niños aún se despiertan por la noche asus-tados, creyendo que hay un monstruo bajo su cama. eo u -cudo d hc o d o.Entonces sí había monstruos que, por las noches, se acercaban sigilosamente a los niños. Cuando oías unleve ruido en la oscuridad, podía ser un león que iba a devo-rarte. Si te encaramabas enseguida a un árbol, sobrevivías. Pero, si te quedabas dormido otra vez, el león te comía. A veces, cuando los leones mataban a una jirafa y se la zampa-ban, los humanos los observaban desde una distancia prudencial. Querían una parte de la carne, pero les daba demasiado miedo acercarse, incluso cuando los leones se alejaban, porque entonces llegaban las hienas para comerse las sobras…, y los humanos no se
18arriesgaban a buscar pelea con esas manadas tan pendencieras. Por fin, cuando los demás animales se habían ido, los humanos iban de puntillas hasta el animal muerto para buscar entre los res-tos…, pero solo quedaban los huesos. Así que se encogían de hom-bros y se iban a recoger higos.etoc u hu tuvo u g d.Cogió una piedra, con laque rompió un hueso, y lo abrió. Dentro encontró el tuétano, una materia muy jugosa. Se lo comió y vio que era delicioso. Otros se fijaron en lo que había hecho y la imitaron. Pronto empezó a hacerlo todo el mundo. ¡Pr fi bí g qu u bí r!Cada animal tiene sus habilidades especiales: las arañas tejen te-larañas y atrapan moscas, las abejas construyen panales y produ-cen miel, y los pájaros carpinteros extraen larvas de los troncos de los árboles. aguo t hbdd uy cuo.Porejemplo, el pez limpiador sigue a los tiburones y espera a que hayan comido. Cuando un tiburón se ha zampado un aperitivo de atún, abre la boca de par en par, y el pez limpiador se mete adentro y quita los trocitos de atún que se le han quedado entre los dientes. Este consigueuna limpieza dental gratis, y el pez limpiador se da un buen banquete. De algún modo, los tiburones reconocen al pez limpiador, y nunca se lo comen por error. Pues bien, los antiguos humanos también tenían el truco especial del tuétano: usaban piedras para romper los huesos. Y algo aún más importante: do cut d qu fbc ht u bu d. Empezaron usando palos y piedras no solo paraabrir huesos, sino también para arrancar ostras de las rocas, desen-terrar cebollas y zanahorias silvestres, y para cazaranimales pe-queños, como lagartos y pájaros.Con el tiempo, los humanos descubrieron una herramienta más extraordinaria que los palos y las piedras: ¡ fug!El fuego esatroz yaterrador. Cuando un león se come una cebra, deja de tener hambre y se echa a dormir. Pero, cuando el fuego se come a un
19árbol, luego está aún más hambriento, y salta velozmente al si-guiente. Puede engullir unbosque entero en un día. Y, si intentas tocar el fuego o contenerlo para que no se extienda, te quemará a ti también. po o, todo o t fugo.Incluso más que a los leones. De hecho, hasta los leones tienen miedo al fuego. Pero algunos antiguos humanos empezaron a interesarse por él. Si logra-ran utilizarlo del mismo modo que usaban los palos y las piedras…¿Te gusta sentarte a mirar el fuego y observar cómo bailan las llamas? Pues es otro recuerdo de los antiguos humanos. Al princi-pio, se acercaban al fuego con mucha cautela. Quizás descubrieron que, si un relámpago prendía fuego a un árbol, luego podían sentar-se asualrededor y disfrutar de la luz y el calor. Y, o qu jo, tr rdí, gú pgr trví rr.
2020lOs OinerOs Tienen Un ererO GranDeLos humanos observaron el fuego y así llegaron a conocerlo mejor. Comprendieron que, pese a que era indómito y feroz, obedecía cier-tas normas. Podían hacerse amigos de él. Acercaban un palo largo a un árbol en llamas y, cuando la punta se prendía, lo apartaban. oguo t fugo u o.Así no se abrasaban, peropodían quemar cualquier cosa que tocasen con él. ¡Qué útil! Se po-dían llevar el fuego para no pasar frío y asustar a los leones.Pero todavía había un gran problema: la gente no sabía cómo en-cenderlo. eprr qu yr u ry pdí r dprt.Fríoy mojado, podías pasarte todo un año sentado junto a un árbol, y sobre ese árbol no caería ni un solo rayo. Y, si te persigue un león, no puedes perder ni dos segundos. ¡Necesi-tas el fuego YA!a fi , u urró ó ov t ob.Una forma era gol-pear una piedra de pedernal contra otro tipo de piedrallamado «pirita». Si le dabas fuerte, saltaba una chispa; y, si dirigías la chispa hacia unas hojas secas, a veces empezaban a arder.Otra forma era buscar untrozo grande de madera seca, hacer un agujero e introducir hojas secas en él. Luego había que afi lar un extremo de unaramita, ponerlo en el agu-jero y hacer girar la ramita en-tre las manosmuy muy depri-
21sa, durante un par de minutos. Su punta se calentaba mucho, hasta que prendía fuego a la hojarasca. Del agu-jero empezaba a salir humo y luego brotaba una llama. ¡Fuego! Así, si aparecía un león, solo había que agitar la madera encendida, y el león salía corriendo.e odo qu o huo ub fugo o covtó uo úco.Casi todos los animales dependen de suscuerpos paratener poder: la fuerza de sus músculos, el tamaño de sus dientes o lo afi lado de sus garras. Gracias al fuego, los humanos consiguieron el control de una fuente ilimitada de poder externo. Un humano débil provisto de un tronco ardiendo podía quemar un bosque en-tero en cuestión de horas, destruyendo todo lo que había a su paso.po o jo fu qu uuo qu o tguo huo udo -z coc.Hasta entonces, comer alimentos crudos requería demasiado tiempo y esfuerzo. Había que partirlos en trocitos, masticarlos du-rante mucho rato y, aun así, era difícil digerirlos. Se necesitaban dientes grandes, un estómago grande y bastante paciencia. o fugo, co fu ucho á fác.La comida se ablandaba al cocer-la, así que necesitaban menos tiempo y esfuerzo para comerla y digerirla. Como consecuencia, sus cuerpos empezaron a cambiar: sus dientes eran más pequeños, sus estómagos también… Ade-más…, ¡tí á tp br!
22Puedes hacer la prueba. Lapróximavez que alguien haga pa-tatas, pídele una crudaparaprobarla. ¡Pero no te la comas!Solochupaun trocito. Seguramente lo vas a escupir. ¡Es duray noestánadarica! En cambio, las patatas cocidas están deliciosas.En tu casa, probablemente cocéis las patatas en lacocina, al hor-no o en un microondas, sin encender fuego. Pero lacocción empe-zó con unafogata. Así que, si te gustan las patatas asadas o fritas,tienes que dar las gracias a tu amigo el fuego. Algunos científi cos incluso dicen que fue lacocción lo que hizo que el cerebro huma-no empezase acrecer. Pero ¿qué relación hay entre la cocción y elcerebro?Veamos, cuando los humanos dedicaban mucho tiempo y ener-gía a masticar la comida con sus grandes dientes y a digerirla con sus grandes estómagos, no les quedaba mucha energía para el ce-rebro, así queesos primeros humanos lo tenían pequeño. En cuan-to empezaron a cocinar, eso cambió: gastaban menos energía en masticar y digerir, y les quedaba más para alimentar a un cerebro grande. Sus estómagos encogieron, sus cerebros crecieron, y la gente se volvió más inteligente.Aunque no hay que exagerar. Sí, los antiguos hu-manos se volvieron más listos, sabían fabricar he-rramientas y hacer fuego y, a veces, incluso caza-ban una cebra o una jirafa. Y se sabían proteger mejor de los leones y de los osos. Pero eso es todo. Los humanos seguían siendo un animal más.No dominaban el mundo, ni mucho menos.
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oy en día, la gente parece un poco diferente y habladistintos idiomas, pero, en realidad, todos somos iguales. Tanto si vas a Chi-na como a Italia, Groenlandia o Sudáfrica, encuentras el mismo tipo de humanos en todas partes.Por supuesto, hay diferencias en cosas como el color del pelo y de la piel entre chinos, italianos, groenlandeses y sudafricanos, pero, por debajo, tienen cuerpos y cerebros parecidos, y capacidades si-milares. Los chinos pueden aprender italiano, los groenlandeses pueden jugaral fútbol con los sudafricanos, y todos pueden cons-truir una nave espacial juntos.Pero es muy raro que haya un solo tipo de humanos en todo el mundo. Al fi n y al cabo,en todos los países hay diferentes clases
2525de hormigas, serpientes u osos. En Groenlandia hay osos polares; enlas montañas de Canadá, osos grizzlies; en los bosques de Rumanía,osos pardos, y en los bosques de bambú de China, osos panda. ¿Porqué hay un solo tipo de humanos en todos estos lugares?En realidad, durante mucho tiempo nuestro planeta albergó a nu-merosas clases de humanos distintas. En las diversas partes del mundo, los humanos tenían que enfrentarse con diferentes anima-les, plantas y climas. Algunos vivían en alta montaña, con mucha nieve, y otros habitaban las costas tropicales, con mucho sol. Algu-nos prosperaron en el desierto, y otros en zonas pantanosas. Duran-te más de unmillón de años, los humanos se adaptaron a las condi-ciones de cada zonay, gradualmente, se fueron diferenciando cadavez más…, igual que los osos. Entonces ¿por qué hoy en día todos los humanos pertenecen a un mismo tipo? ¿Qué sucedió con los otros? Una terrible catástrofe los erradicó y quedó una sola clase de humanos.¿Y cuál fue? Pues setrata de un gran secreto del que a la gente no le gusta hablar. Lo sabrás dentro de un rato, pero antes vamos a conocer otros tipos de humanos que vivieron en diferentes partes del mundo.
26euoUna isla De enanOsEmpezaremos nuestro recorrido por la pequeña isla de Flores, en Indonesia. Hace aproximadamente un millón de años, el nivel del mar alrededor de la isla de Flores era más bajo. mucho ug qu r tá ubrt pr gu t r trr fi r, asíque Flores estaba mucho más cerca del continente. A algunos hu-manos curiosos, y a otros animales grandes, como a los elefantes, les resultaba fácil cruzar hasta la isla. Más tarde, cuando el nivel del mar subió, se quedaron atrapados en ella y no pudieron volver al continente.La isla de Flores era pequeñay no habíamucho que comer. Laspersonas más corpulentas y los elefantes más grandes, que nece-aautÁfc
