background image
background image
Edición en formato digital: mayo de 2021 © 2021, Sky Odin y Tama Tomo© 2021, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 BarcelonaDiseño de portada e interior: Penguin Random House Grupo Editorial / Judith Sendra© Adrián Madrid, por las fotografías de portada y de las páginas 5, 7, 22, 28, 35, 87, 102, 107 y 164© Gloria Byler, por las fotografías de las páginas 8, 25, 42, 47, 50, 55, 58, 68. 97, 143, 147, 150, 154, 158, 161, 169, 184 y 189 © e Creative Shot, por las fotografías de las páginas 11, 15 y 19© Juanlu Rojano, por las fotografías de las páginas 19, 79, 88, 92, 126 y 176© Jesús Vallinas, por las fotografías de las páginas 32 y 39© Adam Hills, por la fotografía de la página 57© Algabo, por la fotografía de la página 65© Philipp Rupprecht, por las fotografías de la página 123© Miguel Estévez, por las fotografías de las páginas 129, 133, 136 y 139© Open Iso, por la fotografía de la página 181Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.Elcopyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-204-5388-0Compuesto en Punktokomo, S. L.Composición digital: Newcomlab S.L.L.
Page 5 of 190
background image
background image
SKY ODIN
&
T
AMA TOMO
El viaje de nuestras vidas
Page 6 of 190
background image
background image
TAMI
Page 7 of 190
background image
background image
Page 8 of 190
background image
background image
SKY & TAMI8skyandtami#De oeste a esteCapítulo 1
Page 9 of 190
background image
background image
9De oeste a esteTamiSí, de oeste a este, estáis leyendo bien. Mi viaje discurre justo enel sentido contrario al que cabría imaginar, porque mi hermana Noelia y yo nacimos en Sevilla, yo en el año 1994 y ella un poquito antes (es cuatro años mayor que yo). Pero, para ser justos, en reali-dad comienza con un viaje a la inversa. Un viaje anterior a mí: el de Taketo y Akiko, mis padres, que con apenas veintitrés años deci-dieron mudarse de Japón a España por amor al flamenco.Sí, al flamenco. Este dato de mi historia también choca un poco. Hay mucha gente a la que le sorprende la fascinación que genera este arte típicamente español en un país tan alejado del mapa como Japón, pero la verdad es que no es muy diferente de lo populares que son muchas cosas autóctonas japonesas en el extranjero: el man-ga, el anime, el ramen, el sushi, el jiu-jitsu o tantas otras.
Page 10 of 190
background image
background image
SKY & TAMI10Es cierto que, aunque en la época en la que comienza el viaje de mis padres, los años 70, el flamenco ya era bastante popular en su país, no eran muchos los japoneses que se atrevían a emprender un camino en el extranjero. Ellos fueron unos pioneros que se atre-vieron a romper con el estándar de sus compatriotas corrientes atreviéndose a perseguir sus sueños. Taketo, mi padre, es guitarrista profesional. Sin saber hablarespañol siquiera, decidió cruzar medio mundo y mudarse a Espa-ña para dedicarse a tocar la guitarra en tablaos flamencos y a hacer giras por todo el país acompañando a artistas muy conocidos. En1990 empezó a trabajar para la Expo y las Olimpiadas de Barcelo-na como periodista, un trabajo algo más estable que el de músico,aunque nunca abandonó su verdadera pasión, la música y la guita-rra. Tuvo su propio bar en Sevilla, el bar Taketo, y siempre diceque fue una de las experiencias más difíciles y duras de su vida,mucho más que tratar de vivir de la música. En 1993 se lanzó aproducir su propio disco de flamenco, Solo compás, un disco ins-tructivo para enseñar los palos del flamenco, que en su época tuvomucho éxito a nivel internacional. También abrió su propia disco-gráfica. Hoy en día, mantiene el local donde estuvo la discográfi-ca, en Sevilla. Un lugar de encuentro de cantaores, guitarristas ymúsicos de flamenco con los que he tenido la oportunidad de cre-cer y formarme en este arte. De pequeña pasé muchas horas en
Page 11 of 190
background image
background image
Page 12 of 190
background image
background image
SKY & TAMI12aquel local con mi padre mientras él trabajaba y con su compañe-ro Pedro, charlando de cualquier cosa. En el local vivían coloniasde gatos no abandonados, pero sí callejeros, y varios perros quecuidaban entre mi padre y unas bailaoras japonesas que teníanalquilado un local contiguo al suyo para ensayar y un pequeñoestudio de música. Era un lugar perfecto para celebrar cumplea-ños y hacer pequeñas fiestas con mis amigas, uno de los lugares demi infancia que más asocio a la diversión. Me encantaba ir allípara estar con él y poder jugar con los veinte gatos (a pesar de mialergia brutal) y los perritos que vivían en el local. Mi padre traba-jaba muchísimo, estaba siempre de un la do para otro, tocando einventándose la manera de vivir de su pasión. Creo que nuncaheconocido a nadie tan apasionado como él por un arte. No suel-ta la guitarra jamás, recuerdo haberle visto tocar hasta en la playa.Muchos fines de semana se iba a Málaga o a Córdoba con su gui-tarra y se ponía a tocar en la calle y abría la funda del instrumentopara que la gente le echara dinero. No lo hacía por necesidad, nimucho menos, sino por placer. Para él, era una manera de moti-varse y de seguir sintiendo que tocaba la guitarra para un públicoque, aunque no fuera particularmente amante del flamenco, eracapaz de pararse unos segundos a deleitarse con su arte. A mi ma-dre, a mi hermana y a mí nos hacía mucha gracia, pero él se lo to-maba como un experimento social y lo hacía sin vergüenza ningu-
Page 13 of 190
background image
background image
El viaje de nuestras vidas13na. En mi infancia, a veces le hacía chantaje emocional para quedejara de trabajar y se quedara conmigo, pero siempre he admi-rado muchísimo su dedicación y su amor por la música. Sigue de-dicándose a su pasión. Es un hombre muy reservado con el quetengo una relación muy especial. Su manera de demostrarme cari-ño es única y muy particular, y, aunque en mi familia para demos-trar afecto somos bastante japoneses (no nos decimos que nosqueremos, ni nos damos abrazos, ni somos particularmente abier-tos con nuestras emociones), estamos muy unidos. De pequeñame daba un poco de envidia que las familias de mis amigos fue-ranmás efusivas que la mía, pero a la larga fui apreciando las mues-tras de afecto en la mía, que no eran tantas ni tan efusivas como enotras casas, pero sí muy especiales. Cuando conocí a la familia deSky, que está muy unida y es supercariñosa, me quedé un poco enshock. No es que mi familia no sea cariñosa: es, simplemente, que sedemuestra cariño de una manera distinta, y con los años he apren-dido a apreciar esa conexión y esa manera de demostrar amor quetenemos entre nosotros, en la que un gesto pequeñito manifiestaafecto y aprecio, y no hacen falta grandes fiestas para demostrarlomucho que nos queremos, porque es un amor muy profundo.Yo, de hecho, he heredado esa manera de demostrar afecto, y conla única persona con la que me sale ser abiertamente cariñosa escon Sky.
Page 14 of 190
background image
background image
SKY & TAMI14Akiko, mi madre, era bailaora de flamenco. Cuando aún vivía en Japón, consiguió una beca para poder seguir formándose como bailarina en España y cultivar su pasión por este estilo de danza. En Sevilla, mis padres compartían tablao, donde mi padre tocaba y mi madre bailaba. Aunque mis padres decidieron vivir y fundar su familia en España, mi madre montó sus propias academias de fla-menco en su país natal, adonde viajaba cada tres meses para encar-garse de la dirección y hacer actuaciones. Mi madre es una mujer con un carácter muy robusto, independiente, una magnífica em-presaria, una emprendedora valiente a la que nunca le ha faltado arrojo para hacer de todo, y todas esas cualidades, que nos ha in-culcado a mi hermana y a mí, la han llevado a ser una mujer de éxito. No dejó de actuar hasta los cincuenta años y, a día de hoy, con sesenta y seis, sigue pensando en cómo innovar, cómo reinven-tarse y cómo estar en sintonía con el mundo en el que vive. Una mujer admirable en el mundo personal y profesional.Yo firmaría donde fuera por seguir siendo así de curiosa e in-quieta con su edad. Pero no nos desviemos del tema, porque este no es el viaje de su vida, sino el de la mía. Mi viaje de oeste a este. Un viaje que, como decía antes, a mucha gente le cuesta enten-der que no haya sido a la inversa. Yo lo aprendí muy rápido, en
Page 15 of 190
background image
background image
Page 16 of 190
background image
background image
SKY & TAMI16elprimer día de preescolar, cuando mi madre me dejó en el colegio por primera vez. El maestro nos colocó en un círculo y la niña que tenía al lado, que se llamaba Mercedes, se estiró los párpados con los dedos, achinándose los ojos, para que todos se dieran cuenta, por si acaso no se habían fijado, de que yo era diferente. Es un re-cuerdo que tengo grabado a fuego en la mente. Un gesto que me dolerá siempre y que me ha acompañado toda mi existencia. Nun-ca entenderé por qué alguien me despreciaba sin haber hecho yo nada para ello, ni por qué me insultaba llamándome «china, china»,como si ser china (o japonesa, o asiática) fuera algo malo. Fue la primera vez que hicieron sentir peor por ser diferente, el primer acoso que recibí en mi vida.Aquella primera experiencia escolar fue muy traumática. Eraun colegio religioso y concertado donde, en lugar de valorar la di-ferencia, se afeaba. Recuerdo un recreo en que el chico más popu-lar de clase me atacó con sus amigos en el patio. Me cogieron en-tre cinco y me inmovilizaron en el suelo. El matoncito popularintentó besarme a la fuerza, y mis amigas tuvieron que ir corrien-do a llamar a mi hermana, que estudiaba en el mismo colegio, paraque ahuyentara a los chicos que se estaban metiendo conmigo.Noelia, en aquel momento, se convirtió en mi heroína, la que siempreme protegía de cualquier cosa mala que pudiera pasarme. A raízde aquellas experiencias traumáticas, yo empecé a asociar mi dife-
Page 17 of 190
background image
background image
El viaje de nuestras vidas17rencia con algo malo y, aunque hoy en día estoy orgullosísima demis orígenes, tardé mucho tiempo en aceptarme como era. He lle-gado a sentirme inferior, a renegar de mis rasgos y a rechazarme.Muchas veces quise ser española. Mis padres intentaban ayudar-me como buenamente podían, con gestos pequeños, como com-prarme algún dulce si volvía triste después del colegio, pero eranconscientes de que íbamos a tener que enfrentarnos a aquel tipode situaciones durante toda nuestra vida por vivir donde lo hacía-mos, así que dejaron que fuéramos aprendiendo a lidiar con ellasy endurecernos nosotras solas. Si algo me gusta de tener repercu-sión en redes sociales es precisamente tener seguidores que se pa-recen a mí, que son hijos de parejas asiáticas, y ser un referentepara ellos, mostrarme cercana y comprensiva con sus problemas,porque yo los he vivido exactamente igual que ellos. Que sepanque no están solos y, sobre todo, que aprendan a estar orgullososde quiénes son, de sus orígenes y sus familias, porque les hacenespeciales y fomentan que el mundo sea un lugar más diverso, mástolerante y ri co en culturas y experiencias. Nunca le estaré lo sufi-cientemente agradecida a mi madre por haber puesto tanto empe-ño en que tanto mi hermana como yo conociéramos a fondo lacultura japonesa, sus tradiciones, el idioma (en su casa y con noso-tras siempre se habla en japonés) y su escritura, encargando a Ja-pón los libros que leerían niños y niñas de nuestra edad, su cultura
Page 18 of 190
background image
background image
SKY & TAMI18musical, su gastronomía, las fechas importantes, como el Día de laNiña, por ejemplo. Con los años he aprendido a valorar mis orígenes, mi cultura, quién soy, de dónde vengo, y a estar orgullosísima de mis padres y su capacidad de salir adelante a pesar de no hablar español cuando llegaron a Sevilla, de enfrentarse al racismo y haber logrado tener éxito en sus proyectos por muchas dificultades a las que hayan te-nido que enfrentarse. No me cabe el orgullo en el pecho de tener los padres que tengo, y ojalá algún día mis hijos se sientan la mitad de orgullosos de mí de lo que yo lo estoy de su valentía. Mis padres, tan valientes, creativos y emprendedores, tan proclives siempre a probar cosas nuevas, a innovar y superarse, son trabajadores y ta-lentosos, y me han enseñado que jamás hay que rendirse, por muydifíciles que puedan a llegar a ser las cosas. Son el mayor ejemplo paramí, y podréis imaginar que, habiendo crecido rodeada dearte,eraprácticamente imposible que yo no tuviera intereses artís-ticos. Con apenas cuatro añitos me inicié en la danza, pero no en el flamenco, la gran pasión de mis padres, sino en su otro gran amor (aparte de mi padre y nosotras, claro): el ballet. Mi madre siempre vio en mí talento para este arte, y desde muy pequeñita me animó a participar en los espectáculos que organizaba en Japón. En el año 2002, con ocho años, mi madre me apuntó a un club de Sevilla, el Club de Gimnasia Rítmica Dos Hermanas, un centro
Page 19 of 190
background image
background image
Page 20 of 190
background image
background image
SKY & TAMI20deportivo bastante reputado a nivel nacional donde, además de ba-llet, empecé a practicar gimnasia rítmica de manera bastante inten-siva y profesional. Mi madre lo descubrió gracias a una noticia en el periódico y, tras una pequeña investigación sobre su trayectoria, quiso que me entrenara en él. Era difícil estar tan ocupada entre el colegio y los entrenamientos, pero también había momentos muy divertidos. Mi padre, que era quien se encargaba de llevarme de un lado a otro, me ponía siempre el mismo disco, y recuerdo con mu-cho cariño escuchar aquellas canciones en bucle sin cansarme, un festival de flamenco gitano de 1968 de los que ya no existen, que nos parecía divertidísimo. Cuando me recogía, a las ocho o las nue-ve de la noche, solíamos pasar por un bar de carretera bastante cutre y cochambroso que, a pesar de todo, a mí me encantaba por sus altramuces y sus tapas de carne con tomate. Aquellos ratos en su compañía eran impagables. Entre los años 2004 y 2008 (de los diez a los catorce años) fui campeona y subcampeona de Andalucía va-rias veces tanto en competiciones conjuntas como individuales. La gimnasia rítmica fue el primer deporte al que me dediqué, y lo amé con todo mi corazón. Llegué hasta la categoría junior y practi-quémanos libres, pelota, maza, aunque mis aparatos favoritos eran pelota y maza. Nunca llegué a hacer cinta, porque era un aparato muy complicado para el que era necesario haber crecido para po-der manejarlo por su longitud, aunque me hubiera encantado ha-