Edición en formato digital: septiembre de 2020© 2020, Isaac Fouto© 2020, Jaime Valero, por la edición© 2020, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona© 2020, tactilestudio por las ilustracionesPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.El copyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autoresy permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org)si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-17247-75-1Compuestoen tactilestudioComposición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleer.com

Para todos los que pedían el VAR cuando no lo había.Para todos los que quieren quitarel VAR cuando lo hay.Para todos esos aficionados que cuando un errorarbitral perjudica a su equipo siempre llevan un VAR dentro.Y, sobre todo, para mis adorables seguidores, que me soportan un día sí yotro también defenderal colectivo más atacado del fútbol.

INTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓN11MUNDIAL 199417MUNDIAL 200259CLASIFICACIÓN PARAEL MUNDIAL 201012973MUNDIAL 1986115CHAMPIONS 2016-2017

MUNDIAL 19868745CHAMPIONS 2015-201631CHAMPIONS 2008-2009101CHAMPIONS 2016-2017143CHAMPIONS 2012-2013

De un tiempo a esta parte, el VAR se ha convertido en un tema de conversa-ción recurrente entre los aficionados al fútbol. El videoarbitraje ha venido paraquedarse, ysin duda influirá en la evolución futura de este deporte. Pero ¿ysipudiéramos usarlo también para cambiarel pasado?Aunque pueda crearse la ilusión de que lleva toda la vida entre nosotros, lo cier-to es que el VAR es un sistema implantado muyrecientemente. No fue hasta elMundial de 2018 cuando comenzó a utilizarse de forma generalizada en compe-ticiones de alto nivel. De este modo, el fútbol se sumaba —con cierto retraso, esosí— a otras competiciones deportivas que se servían de la tecnología para corre-giryafinarlas resoluciones arbitrales. Acogido con entusiasmo yrecelo a partesiguales, tanto porprofesionales como poraficionados del balompié, parece queel VAR ha venido para quedarse. Sin embargo, el objetivo del libro que tienes entrelas manos no es preguntarse porel futuro de este sistema, ni porlos cambiosque puede llegara produciren la manera de ver, jugaryanalizarel fútbol. Nuestropropósito es realizarun viaje al pasado a través de diez partidos que pasaron a lahistoria porsus polémicas, yque sin duda habrían cambiado mucho si hubieraexistido el videoarbitraje en su época. Pero antes de sumergirnos en esos par-tidos, que seguro que casi todos los aficionados al fútbol recordamos, convienehacerun repaso a los orígenes ycaracterísticas de esta peculiarpantalla cuyapresencia se ha vuelto indispensable en los estadios de todo el mundo.¿QUÉ ES EL VAR?La palabra VAR corresponde a las siglas de Video Assistant Refereeo, lo que es lo mismo, árbitro asistente de vídeo. Se trata de un sistema de videoarbitraje conce-bido para complementaryfacilitarla labordel colegiado durante un partido, puede revisarlas jugadas polémicas para ayudarle a tomardecisiones más acertadas ytratarde reduciral mínimo los errores arbitrales. Aunque el sistema llevaba mu-chos años en boca de todos —ya pesarde que la tecnología necesaria para su implantación era viable desde hacía mucho tiempo—, el VAR no terminó de im-plantarse plenamente hasta la Copa Mundial de 2018, celebrada en Rusia. Hasta entonces se realizaron numerosas pruebas en partidos aislados ycompeticiones 12

de menorcalado. En la temporada 2018-2019, su uso se incorporó también a la liga española ya la UEFAChampions League, aunque en este segundo caso solo a partirde los octavos de final.El funcionamiento del VAR es razonablemente sencillo. Porun lado, tenemosuna sala de control (o VOR porsus siglas en inglés: Video Operation Room) dondeun árbitro encargado yvarios asistentes revisan a través de una serie de cámaraslas repeticiones de las jugadas a analizar. El colegiado está en contacto permanen-te con la sala de control ytiene en cuenta las recomendaciones del equipo de vi-deoarbitraje antes de tomarsus decisiones, que serán las definitivas. Porotro lado,el sistema cuenta además con una pantalla instalada junto al terreno de juego. Encaso de quererutilizarla, el árbitro realiza un gesto inédito hasta ahora, pero cadavez más frecuente: el de trazarun rectángulo con las manos. Entonces puede di-rigirse a la caseta yrevisarpersonalmente la repetición de la jugada en cuestión.El VAR puede interveniren cuatro supuestos concretos: goles, penaltis, expul-siones directas (nunca pordoble amarilla) yconfusión de identidad en jugadores amonestados. Cualquiersupuesto ajeno a estas categorías queda fuera de su margen de influencia.GOLESEXPULSIONESDIRECTASPENALTISCONFUSIONESDEIDENTIDADLOS 4 SUPUESTOS DEL VARLOS 4 SUPUESTOS DEL VAR¿QUÉ INFLUENCIA HA TENIDO?Aún es pronto para que el VAR haya podido producircambios de calado en la ma-nera de jugaral fútbol. No obstante, cabe esperarque ciertas actitudes vayan cam-biando conforme pasen los años. Es el caso de ciertas infracciones que antaño resultaban más fácil «colar» al árbitro, pero que gracias al VAR ya no pasan des-apercibidas. También es posible que más de un jugadorse lo piense dos veces antes de realizaruna falta, que posiblemente acabará sancionada. Un apunte: en el Mundial de 2018, cuando se implantó porprimera vez, se alcanzó un récord de 13

penaltis pitados con un total de veintinueve en la primera fase de la competición, frente a los diecisiete del récord anterior, correspondiente al Mundial del 98. Al mismo tiempo, fue la competición más limpia de los últimos treinta años, sin una sola tarjeta roja en los primeros once partidos del torneo. ¿Significa esto que dire-mos adiós a las faltas intencionadas, a los piscinazos, a las manos furtivas, a los encaramientos entre jugadores? Quién sabe. Pero es evidente que un cambio tan significativo —e indispensable, a nuestro juicio— como la introducción de esta tec-nología en el fútbol tendrá consecuencias a medio ylargo plazo sobre la forma de jugar. Especialmente cuando las jóvenes promesas del mañana tomen el relevo de la generación actual; jugadores nacidos en el nuevo milenio que habrán convi-vido desde el principio de sus carreras con la presencia del videoarbitraje.¿QUÉ CRÍTICAS HA RECIBIDO?Es inevitable que un sistema como este haya generado dudas yrecelos entretodo el ecosistema futbolístico, que incluye a jugadores, entrenadores, árbitros,cuerpos directivos y, porsupuesto, aficionados. La propia FIFAsiempre ha mira-do con recelo la implantación de esta clase de tecnología en los estadios. Seacomo sea, muchas de las críticas que ha recibido el sistema son fundadas. Al-gunas son de caráctertécnico, como cuando algún fallo electrónico o injerenciaexterna han entorpecido el buen funcionamiento de las cámaras, imposibilitandoasí el correcto análisis de la jugada. Sin embargo, otras de esas críticas hacenalusión al hecho de que el VAR no anula porcompleto el errorhumano, que esla principal motivación de su existencia. Porejemplo, el VAR resulta efectivo a lahora de señalarinfracciones objetivas, como un fuera de juego o una confusiónde identidad. Pero en casos más delicados, como un penalti, entra en juego lasubjetividad del árbitro. Sin embargo, debemos teneren cuenta que esa no esni será la función esencial del videoarbitraje. Su objetivo no es convertirse en unente abstracto de sabiduría salomónica capaz de enmendartodos los errores ar-bitrales. Simplemente es una herramienta más, un complemento al buen juicio ysentido común del árbitro, para ayudarle a tomardecisiones más certeras. Sal-vo que llegue el día en que una avanzada inteligencia artificial sustituya la laborde una persona al frente del arbitraje, seguirán siendo seres humanos los que14

tomen las decisiones arbitrales. Ysí, esto implica que seguirá habiendo errores,pero seguramente no tan clamorosos como algunos de los que analizamos a lolargo de estas páginas.¿DE QUÉ VA ESTE LIBRO?En las páginas de Pide el VARnos hemos propuesto una meta: rememorardiez partidos que pasaron a la historia porsus polémicas e imaginarqué habría pasado si el VAR hubiera existido en aquella época. Cada capítulo del libro se corresponde con uno de estos encuentros, donde incluimos una detallada descripción narra-tiva de lo sucedido, fichas de los protagonistas yuna cronología de cada partido, con las jugadas más destacadas. Ydentro de esas jugadas, pasamos las más po-lémicas porel filtro actual del VAR. ¿Fue penalti? ¿Hubo fuera de juego? ¿Se mere-ció la tarjeta? Alo largo de estas páginas nos mojaremos para tratarde ofrecerotra versión de lo ocurrido en esos encuentros.Mención especial merece el apartado «El efecto mariposa», donde vamos un paso más allá ynos imaginamos qué habría sucedido si el VAR hubiera modificado la decisión arbitral. Porejemplo, si SándorPuhl hubiera sancionado con penalti el infame codazo de Tassotti a Luis Enrique, o si Craig Thomson hubiera visto el claro fuera de juego de varios jugadores alemanes en el gol que dejó al Málaga fuera de una semifinal de la Champions. Entre estos dos partidos —que ocupan el primeryel último capítulo del libro, respectivamente—, reinventamos la historia pormedio de la imaginación, obteniendo resultados que se alejan mucho de lo que ocurrió realmente. Nuestra intención, claro está, no es abrirviejas heridas ni removerlas turbulentas aguas de antiguos errores arbitrales. No nos mueve el favoritismo poruno u otro equipo, ni la pretensión de cobrarnos una revancha, aunque sea litera-ria. Lo que nos mueve es la curiosidad porimaginarun resultado diferente ypordilucidarhasta qué punto el VAR pudo habercambiado la historia del fútbol tal ycomo la conocemos.Te invitamos a este viaje porel pasado yportus propios recuerdos futboleros, a través de distintas épocas, polémicas yenfrentamientos. Esperamos que, cuando termine, tú también te hayas atrevido a imaginartu propio desenlace para estos partidos que ya forman parte del imaginario futbolístico.15

MUNDIAL 1994

España e Italia se vieron las caras en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 1994. Las dos selecciones venían de un arranque algo tibio en la competición, con varios empates yvictorias porla mínima. En el caso de Italia, lograron vencera Nigeria en octavos porun penalti anotado en la prórroga, que les salvó el cuelloin extremis. España, en cambio, sí había cogido un poco de ritmo tras un imponente 3-0 ante Suiza.Antes de vérselas con la escuadra azzurra—un rival que siempre había sidoun hueso duro de roer—, la selección española tuvo que hacerfrente a sus pro-pios fantasmas e inseguridades. Aquel fue el primermundial con JavierClementeen el banquillo. Un entrenadorpolémico ycuestionado, tanto porsus decisionesfutbolísticas como porsu falta de pelos en la lengua durante sus intervencionesante la prensa. Tras conseguirclasificarse en el último momento, el equipo sedesplazó a Estados Unidos con una plantilla puesta, asimismo, en cuestión pormuchos aficionados. La excesiva presencia de defensas yde jugadores vascosfue motivo de crítica para algunos.Porlo demás, fue un mundial significativo porvarios aspectos. Pasó a la his-toria porla expulsión de Maradona al darpositivo en un control antidopaje. Aquella fue también la primera vez que la final de una copa del mundo se decidía en los penaltis, cuando ni Italia ni Brasil fueron capaces de imponerse a su oponente du-rante el tiempo reglamentario. Al final, la victoria cayó del lado carioca. Además, fue el primercampeonato en que los árbitros dejaron de vestirde negro, para em-Un codazo injustificado, un juga-dorensangrentado yun árbitroque no vio nada. Estos son los in-gredientes de una de las mayorespolémicas de la historia recientedel fútbol, que supuso la elimina-ción de la selección española enel Mundial de Estados Unidos.DATOS DEL PARTIDO¿Cuándo? 9 de julio de 1994¿Dónde? Foxboro Stadium¿Cómo quedaron? España 1 – Italia 218

pezara lucirotros colores. Porúltimo, la mascota de la competición —de la que posiblemente ya no se acuerde nadie— fue un campechano perro llamado Striker.Regresando al motivo de este capítulo —el enfrentamiento entre España e Ita-lia—, los jugadores italianos siempre han tenido fama, pordecirlo suavemente, de defenderduro. Y, justificada o no, lo cierto es que hubo una jugada que no deja en muybuen lugara los defensores de la escuadra azzurra, yque ya se ha convertido en parte de la historia reciente de este deporte. Mauro Tassotti, con su codazo a Luis Enrique en los últimos instantes del encuentro, dejó una escena que sigue provocando sonrojo más de un cuarto de siglo después. Algo que también podría decirse de SándorPuhl, el árbitro húngaro que no señaló el penalti ni amonestó en modo alguno al defensa italiano. Cuesta creerque ocurriera algo así, pero ocurrió. La pregunta es: ¿podría repetirse una situación parecida en la actualidad? ¿Nos protege el VAR frente a estas graves omisiones arbitrales?El Mundial de 1994 fue el primero en el que los jugadores comenzaron a lucirsu nombre en el reverso de la camiseta.¿SABÍAS QUE..?¿SABÍAS QUE..?19