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Edición en formato digital: septiembre de 2020 © 2020, Àgata Subirats, por los textos© 2020, Raquel Banchio, por las fotografíasEstilismo a cargo de Paulina Squadrito de Clar BarcelonaPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.El copyrightestimula la creatividad, deﬁende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autoresy permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org)si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-17752-47-7Compuesto por Roser ColomerComposición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleer.com

MAMAYOGA8

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SOBRE MÍSoyÀgata, madre de dos niñas yde dos niños, hija ymujer. Siento que la aventura de amarlo femenino me ha acompaña-do siempre: soyhija de una luchadora que ha vencido cualquierobstáculo yha tirado adelante sola, así que podríamos decirque este poderlo he «mamado» de mi propia madre.Todo comenzó con la danza oriental. La probé con una amiga durante la adoles-cencia yme entusiasmó, pues eso de mo-verlas caderas libremente yde forma tan bonita me alucinó, tanto que en poco tiem-po estaba dando clases y, a los dieciocho años, a la vez que estudiaba teatro, ya me ganaba la vida con ello. Con el teatro, en cambio, no hice nunca nada, pero aprendí mucho sobre cómo estaryhablarante la gente en las clases de yoga yluego en las formaciones que he impartido.Paralelamente, el yoga yla meditación también formaban parte de mi vida, prime-ro como hobbyy, poco a poco, de manera más profesional, hasta que, en 2007, realicé la formación de kundalini yoga. Apartirde ese momento, el yoga pasó a sermi forma de vivir, de amar, de sentir, pues empecé a practicarcada día para cuidarme yestaren el mundo de un modo distinto.De esta manera, en mis clases de danza del vientre comencé a introducirelementos del yoga yllegó un momento en el que esta disciplina tomó el protagonismo, hasta que ﬁnalmente la danza del vientre pasó a seruna herramienta que utilizaba de manera esporádica.Yentonces… me quedé embarazada demi primera hija. La ilusión era tremenda,pero también el vértigo, la incertidumbre,las dudas. Además, las circunstancias noacompañaban: no tenía estabilidad econó-mica, ya que las clases que impartía apenasme daban para vivir, mi relación de parejano iba bien… En ﬁn, mi vida se revolucionópor completo y me sentía perdida y sola.Hice todo tipo de cursos: de yoga, de lactancia, de acompañamiento en la gesta-ción, de preparación al parto…Yconocí así a quien se convertiría en mi maestra, Imma Campos, comadrona y profesora de yoga. En mi propia piel fui viendo cómo adap-tarel yoga, las meditaciones yla danza al estado en el que me encontraba, yde esta manera se empezó a gestarlo que diez años más tarde sería Mamayoga, aunque yo aún no lo sabía.Se fueron sucediendo los nueve meses de embarazo con muchas diﬁcultades exter-nas, pero con una gran plenitud yconexión interiorcon mi hija, que iba creciendo en mi vientre. También me sentía muyconectada conmigo misma, con la naturaleza, con mi cuerpo. Si cerraba los ojos, la voz de mi in-tuición era tan vívida que me daba hasta miedo seguirla. En ese sentido, el yoga me dio alas para escucharme ytierra para sen-tir mi fuerza y determinación.

9INTRODUCCIÓNAsí fue como entendí que el yoga puede ayudaryfacilitarprocesos tan maravillosos y, a la vez, tan retadores. Practicaba cada día, me movía, meditaba, cantaba man-tras… Y, tras cuarenta semanas de luces ysombras, llegó el gran día. El parto, que fue largo yduro, se pro-dujo en casa, acompañado pormi maestraycomadrona, Imma. Tuve que partirme endos, soltarlos miedos yel «no puedo», de-jaratrás todo lo que yo pensaba que era,para renacerypoderdara luz a una pre-ciosa niña de ojos turquesa. Ydesde esemomento, tras esa primera mirada, todocambió. Se produjo una revolución den-troyfuera de mí, y, sobre todo, sentí amor,mucho amor.Apartirde esta experiencia, mi trabajo se centró en acompañara las mujeres du-rante el embarazo, el posparto, la lactan-cia, etc., pues estaba ávida de compartircon ellas lo que a mí me había funcionado, yno deseaba que ninguna se sintiera per-dida, como me había pasado a mí. Desde entonces no he dejado de hacerlo.Han pasado muchos años, tres hijos más, un bello proyecto de pareja, un centro pre-cioso en Barcelona, que es Mamayoga, yexperiencias de todo tipo, pero el objetivo es el mismo: que tú, mujerque me lees o me sigues, o vienes a mis clases, puedas sentirque la maternidad te abre completamente a tu poderinterior, que es una ventana que, una vez abierta, no vuelve a cerrarse.

MAMAYOGA10SOBRE TISi tienes este libro en tus manos es porque,seguramente, estés viviendo de alguna for-ma este proceso que es la maternidad. Quizáaún es solo un deseo lejano, quizá estés enél de lleno o quizá tus hijos son ya más ma-yores,pero de algún modo necesitas revisartodo lo que ocurrió. Yes que la materni-dad es el proceso de mayorcrecimientopersonal que puede experimentaruna mujer.Hacerterapia, subirmontañas o meditaren el Tíbetson sin duda transformaciones in-tensas emocional ymentalmente, pero la maternidad, quieras o no, obrará un cam-bio tan profundo en ti que serás práctica-mente irreconocible: modiﬁcará tu escala de valores, tus relaciones, tu manera yca-pacidad de amar…, cambiará todo tu mun-do en deﬁnitiva.Así que te recomiendo que te cuides mu-cho, que te escuches, que te muevas, que te rías yque llores cuanto te apetezca, yque te rodees de ambientes con buen rollo en los que te sientas cuidada yamada. Nun-ca estarás tan intuitiva como ahora, pues la maternidad nos otorga el superpoderde vermás allá: aprovéchalo yobedécete a ti misma, aunque tus ideas parezcan desca-belladas, hazte caso. TÚ SABES.Ysuelta la culpa cuando aceche. Se trata de un sentimiento que puede llegartambién en este camino yquizá lo hace con dema-siada intensidad. Yo aprendí que siempre me voya sentirculpable poralgo, así que no me hago mucho caso cuando entro en bucle. Y, sobre todo, debes serconsciente de que ERES ABSOLUTAMENTE PERFECTAPARATU HIJO. Porello, destierra la idea idílica del embarazo. Sí, todo es maravilloso, estu-pendo, pero haymomentos difíciles, conti-go, con tu pareja, con el entorno, pues los grandes cambios a menudo van unidos a crisis profundas. ¡Así que a bucear!

11INTRODUCCIÓNSOBRE EL LIBROEste es un libro escrito para ti, para que lopuedas utilizarcomo guía durante ese pro-ceso tan intenso que es la maternidad. Oja-lá consiga darte las pistas que a mí mefaltaron para poner un poco de calma y or-den en todas las emociones que irás experi-mentando; ypara que, en la parte del yoga,puedas cuidartu cuerpo ytu mente, queestán viviendo una gran transformación.Este libro se divide portrimestres para que localices con facilidad el momento en el que te encuentras. En cada capítulo ha-llarás primero cuatro apuntes sobre cómo está creciendo el bebé ydespués intentaré contarte cómo estás tú a nivel físico, mental, espiritual yenergético; porúltimo, verás la parte de yoga y las meditaciones.¿CÓMO UTILIZAR LA PARTE DE YOGA?Te aconsejo que practiques cada día. Pue-des hacertodos los ejercicios que te pro-pongo en el trimestre en el que estés o solo algunos si tienes poco tiempo o ganas.Yo te marco un orden, normalmente de menora mayorintensidad, pero siempre debes escucharte para cambiarlo según lo sientas.Conforme vaya avanzando tu embara-zo, puedes irhacia atrás ybuscarlas pos-turas, movimientos o meditaciones que te han gustado o te han servido de trimestres anteriores.En la parte de las meditaciones te pro-pongo visualizaciones o canto de mantras. Puedes repetiresa meditación que tanto te ha gustado, puedes ircambiando o guar-darunos minutos de silencio tras la prácti-ca. ¡Te ayudará mucho!Busca espacios para leer, haceryoga ymeditar. Mereces cuidarte y, si quieres, yo te acompaño.Empezamos el viaje juntas, vienes?

MAMAYOGA14¡Yasí empieza la aventura, la revolución, el comienzo de la vida!Un deseo que nace de las entrañas, que mueve montañas, que huele a cambio ycon el que comienza todo. Se trata de una sen-sación poderosísima que nos impulsa, que va más allá de la razón, pues quizá este no sea el momento perfecto, pero el anhelo que sientes va mucho más lejos.Cuando deseamos tenerun hijo, somos capaces de todo, yes tan inmensa esa sen-sación que nos impele que somos capaces de la generosidad más grande: la de sol-tarlo todo ycedernuestro cuerpo, nuestra vida, abrir nuestra relación de pareja, abo-carnos a lo desconocido, al vacío con los ojos cerrados, inundadas porla emoción (yporlas dudas), haciéndole espacio a ese nuevo ser diminuto.Sobre todo con el primerhijo, no sabe-mos nada, ni cómo cambiará nuestro cuer-po, ni cómo será parir, si sabremos cuidara un bebé, yde repente nos damos cuentade que ¡ni siquiera hemos tenido un reciénnacido en nuestros brazos! Sin embargo,todo eso carece de importancia pues senti-mos que hayen nosotras una fuerza muchomás poderosa que todas las dudas racio-nales.Hayquien dice que ese pequeño serqueserá nuestro hijo, antes de concebirlo, vue-la a nuestro lado, aleteando, yasí la mujersiente esa llamada yla invade esa fuerzaque puede con cualquiercosa. Suena quizádemasiado metafísico, o extraño, pero yo lo he sentido profundamente en mis embara-zos ylo he visto centenares de veces a mi al-rededoren las mujeres que acompaño. Ellas

15LA CONCEPCIÓNSe trata de una aventura de dos, a no serque quieras sermadre soltera, poreso, la conexión entre vosotros, antes de embarca-ros en este viaje, es importantísima, ymar-cará la base de todo lo que irá sucediendo a partirde ahora, que será superintenso. Así que deberéis ir a la una.sienten en sus entrañas un deseo desborda-do, un AHORA. Es algo que va más allá dela razón, de esperarel momento perfecto,como si hubiera alguien llamando a la puer-ta para venira través de ti, de vosotros.Asíque quizá no sea tan descabellada la ideade que nosotras no tenemos tanto controlsobre lo que nos ocurre, ylo que sucede esque somos elegidas porese pequeño serquenos infunde las ganas de tener un hijo.El caso es que, sea como fuera, yo per-cibí la conexión con mis hijos incluso antes de su concepción, sentía que estaban ahí esperando a que escuchara su llamada, a que me dejara de tonterías yme abriera a su llegada. Yeso podría explicarporqué normalmente somos nosotras, las mujeres, las que notamos primero esa magia, para después compartirla ilusión con nuestra pareja entre risas nerviosas. Yen esas mi-radas yen esos abrazos, el proceso de bús-queda comienza.¿QUÉ PASA SI NO ES TAN SENCILLO, SI NO ESTAMOS TAN DE ACUERDO?Aveces las mujeres sentimos una gran an-siedad porsermadres ynuestra pareja se lo quiere tomarcon más calma. Si él no lo tiene claro, tranquilízate yhablad mucho: de lo que sientes tú, de lo que siente él, de planes de futuro, de qué está pasando en vuestra relación. Tiene que habermuchísi-ma comunicación para poderdetectarqué ocurre, porqué estáis poco alineados en una decisión tan importante.Recuerdo cuando hablé con mi ma-rido para iren busca de nuestro se-gundo hijo. Era verano ydecidimos ira comerfuera para hablardel tematranquilamente. Ysí, los dos queríamosydecidimos ira porello. Pasé toda latarde que no cabía de la emoción, lomiraba ynos sentía más unidos quenunca. Algo mágico ya se estaba ges-tando. Meses más tarde comeríamosen el mismo restaurante para decidirsu nombre.ANNA

MAMAYOGA16¿Y SI ES POR SORPRESA?Aveces los bebés llegan porsorpresa. Qui-zá se deba a que es un anhelo escondido que no nos atrevemos a manifestar, que está allí palpitante ysilencioso, quizá por-que esperamos que llegue «el momento ideal», que nunca llega, o quizá racional-mente nos gustan demasiado las salidas nocturnas, el trabajo, los viajes, ypensamos que si somos madres todo eso se acabará. Y nos puede el miedo.Pero si ese bebé quiere llegar, aprove-chará la mínima ocasión para aterrizaren forma de regalo vertiginoso yponerpatas arriba nuestra idea de vida, ya nosotros contra las cuerdas, con el ﬁn de que sol-temoslo que ya no necesitamos ynos abra-mos a un nuevo camino, en el que las priori-dades cambian porcompleto. Yte prometo que es para bien, aunque ese testpositivo te haya dado un buen susto.Tenía tantas ganas de quedarmeembarazada ya, que me volví loca.Foros con trucos raros para concebira la primera, todo el tiempo miran-docuándo mi ﬂujo era fértil, testdeovulación, ytenerrelaciones cuandotoca. Hasta que me di cuenta de queasí no, de que mi pareja no estaba agusto, ni yo tampoco. Tomé la deci-sión de relajarme, cosa que no fue fá-cil,pero a partirde entonces todoﬂuyó mejor. ANDREAHacerel amorpara concebirun hijo de-bería serun momento de encuentro extraor-dinario para los dos, de miraros, de sentirosprofundamente el uno al otro yde iren subúsqueda. Qué precioso es creara vuestrohijo con conciencia yamor; el amor, que esel principio de la vida.Tenéis que vermás allá de los nervios,de los testde ovulación yde «piernas arri-ba». Sé que a menudo es difícil de contro-laryse vuelve algo mecánico, pues ¡nospuede el ansia viva! Pero no te pierdas enese bosque, ponle conciencia ymantentepresente en un momento tan especial. Disfrutad de iral encuentro de ese bebé, de cada beso, de cada caricia. Ysi veis que se está mecanizando mucho, echadle hu-mor, que nos destensa yaﬂoja, ynunca fa-lla. Porque qué mejorque buscara nuestro hijo entre amor y risas?

17LA CONCEPCIÓNSi ese es tu caso, tómatelo con calma. Séque en el plano racional esa noticia te pa-recerá repentina ydescabellada, pero te ase-guro que poco a poco todo se asentará, puestu sistema hormonal yemocional se pondráen marcha para cobijar, cuidaryamara esebebé. Te ha elegido, os habéis escogido in-cluso sin saberlo, así que disfruta despacio deeste encuentro perfecto. No hace falta quesientas ninguna conexión enseguida: datetiempo, días, y todo se andará solo.¿Y SI NO LLEGA?Porel contrario, algunas veces la concep-ción se vuelve un proceso muydifícil. Sientes mucho deseo de quedarte embarazada ymucha frustración al verllegarla regla un mes más. En ocasiones, es muycomplicado e implica un gran sufrimiento. Ycuando se buscan razones, médicamente a veces seencuentran, se conoce el porqué, pero en muchas otras eso no sucede.Yesa pareja, sobre todo la mujer, pue-de verse envuelta en un «frenesí» en el que la única obsesión es conseguirserpadres. Yno me extraña, pues el deseo puede re-sultarmuyintenso yel camino tortuoso: testde ovulación, relaciones sexuales solo para concebir, analíticas, pruebas médicas yun sinfín de situaciones que nos pueden ale-jarmucho de nuestro podersi no estamos atentas.Ojalá tuviera una meditación o una pos-tura de yoga mágicas para ayudarte si ese es tu caso, pero no haynada de eso. Solo puedo decirte que te comprendo profunda-mente yque, si pormás que lo intentas no hayembarazo, te queda abrirte a la idea de no concebirya lo mejora la de no serpadres. Evidentemente, se puede serma-dre ypadre de otras formas, como la adop-ción, o aceptarla ayuda que la ciencia nos brinda, como la fecundación in vitroo la in-seminación artiﬁcial.Si elegimos alguna de estas últimas posi-bilidades, vayamos a portodas, sin ninguna culpa, ni victimismo. Has necesitado ayuda en el momento más difícil del proceso, la concepción. ¿Yqué?Crees que eres menos mujerporello? Rotundamente, no. Acepta la ayuda, dale la bienvenida a este sertan deseado yconfía en que tu cuerpo sabrá cuidar de esa semilla.Miedo? Sí, mucho. Ydesconﬁanza en tu cuerpo yen la vida también, lo sé. Pero no dejes que eso marque negativamente este inicio de vida. Tómalo como una crisis que te da una fuerza de leona para tirarade-lante, que te une más con tu pareja, sintien-do que ahora sí, que es vuestro momento.

MAMAYOGA18ción (o falta de ella si ya estás encinta) son de «mariposas en el estómago», días emo-cionantes en los que piensas que podrías estar embarazada, pero no lo sabrás hasta al cabo de unas semanas.Pues bien, en mis embarazos, duranteesos días, no he podido evitarestarsupera-tenta a cualquierseñal: ese leve dolordeovarios, esa sensación extraña en la barriga,ese olorque quizá me ha molestado más dela cuenta. Es un poco locura, ¡suerte que sonsolo unos quince días! Lo cierto es que mehubiera gustado tomármelo con un pocomás de calma, pero tenía tanta ilusión…Da que pensar, haya sido fácil el proce-so de concepción o no, el hecho de que el encargado de corroborarla gestación tras la falta de la menstruación sea un testde embarazo. De esta manera estamos bus-cando fuera de nosotras la conﬁrmación de que sí, de que esa sensación extraña es verídica, en vez de hacercaso a nuestra in-Los días desde la fase lútea (los que vanjusto después de la ovulación, donde quizá seha producido la concepción) a la menstrua-Llevábamos años buscando un em-barazo. Al principio lo llevaba bien, decían que el primeraño es normal que cueste, ymás después de llevarquince años tomando pastillas anti-conceptivas. Después del primeraño nos hartamos de pruebas en las que no se veía nada que nos impidiera serpadres. No entendíamos qué sucedía. Cambiamos la dieta, empezamos a llevaruna vida más sana, sesiones de acupuntura, osteopatía, terapia ynada. Finalmente aceptamos una FIV(fecundación in vitro) con resigna-ción, como si eso quisiera decirque algo en nosotros estaba mal. Pero funcionó ygracias a ello tenemos a lo mejorde nuestras vidas en los brazos en este momento. Fue muyduro, pero valió la pena. PATRINosotras, que somos una pareja demujeres, no nos quedó otra opción querecurrira la FIV. Para que las dos nossintiéramos partícipes de este procesodecidimos que yo sería la madre ges-tante, pero con el óvulo de mi pareja yesperma de un donante. Así que nues-tro caso no fue tan fácil de entrada. IRATI