A mi familia, por estar en las cimas y en los valles,a Josep, por su apoyo incondicional, a Larissa y a Naza, por haberme ayudado a crecer, a Pablo García y a Ainhoa (Rebelarte), por su maravillosa fotografía,a Julia, Tatiana, Sahila, Laia, Ariadna, Elisabet, Paula,Deidre, Alba, Queralt, Sofia, Carol y a Gabi, por hacersuya mi historia. A Mississippi, por sus palabras.A Olga y a Isabel, por ser faros.
Page 6 of 128
background image
background image
Page 7 of 128
background image
background image
Page 8 of 128
background image
background image
Así me llamó cariñosamente mi familia cuando nací. Más de cuatro kilos de bebé gordito. Cómo iba a saber que años después esto mismo me jodería tanto.8
Page 9 of 128
background image
background image
Page 10 of 128
background image
background image
Page 11 of 128
background image
background image
En realidad, muchos bebés nacen gordos; era grande, pero no muy distinta del resto.Nunca perdí mi barriguita de niña pequeña, pero la verdad es que esto me daba igual.A mí solo me preocupaba pintar, que era lo que más me gustaba (y me gusta) en el mundo.11
Page 12 of 128
background image
background image
Page 13 of 128
background image
background image
Bueno, pintar… y comer. Me encantaba (y me encanta) comer. Algunos días incluso «se me olvidaba» que había merendado ya y merendaba dos veces. O tres.Mis lorzas nunca fueron un problema. Hasta que me hicieron ver que estaban ahí y que no debían gustarme.13
Page 14 of 128
background image
background image
Físicamente no encajaba en el esquema que la sociedad ha construido para ser una chica perfecta. Y en cuanto a personalidad… tampoco.«Pareces un chico», me decían, como si mis gustos, mis gestos o mi manera de relacionarme determinasen mi género, menuda gilipollez, ¿no?14
Page 15 of 128
background image
background image
Pero esos comentarios me iban haciendo creer que no era como debía ser. 15
Page 16 of 128
background image
Hablaba mucho y muy alto. Y claro, esto también era un problema. 16
Page 17 of 128
background image
Page 18 of 128
background image
background image
Me despeinaba con una facilidad increíble. Recuerdo un día, a última hora de la tarde, que había jugado, corrido, saltado… Y un profesor me dijo: «Péinate, pareces una bruja».Se rio toda la clase y yo me limité a agachar la cabeza, avergonzada.