Mariana Pérez-DuarteIlustraciones de Montse Galbany
1 2 ÍNDICE¡ESTRELLAS! 12¿Qué son las estrellas? 13Viejas amigas 23¿Para qué sirve una estrella? 34¿QUIÉN ANDA POR AHÍ? Los cuentos que cuenta el cielo 40La Vía Láctea 44El Sol y la Luna 45Los planetas 51Las constelaciones 55El Zodiaco 57Algunas constelaciones del hemisferio norte 78Algunas constelaciones del hemisferio sur 98Estrellas famosas 104Por la ventana 11
3 4 PLANES PARA VER ESTRELLAS 110Desde casa 111Escapada familiar espontánea 113Escapada familiar superorganizada 116Ayudas para ver estrellas 117Algunos trastos curiosos 117Aplicaciones para el teléfono 118Sitios web y programas para el ordenador 119Cita con las estrellas 120Calendario de constelaciones 120Calendario anual de lluvias de estrellas 121BITÁCORA DE OBSERVACIÓN 122
11Por la ventanaSi te dijera que del otro lado de tu ventana se esconden tesoros increíbles, ¿locreerías? Ahí, del otro lado del cristal hay un mar cuyas olas esconden cientosde historias, un desierto entre cuyas arenas hay un sinfín de maravillas, espe-rando a que las descubras. Ellas te miran desde lo alto y, si te animas a mirarlastú también, con detenimiento, te empezarán a hablar.Quizá, en una noche sin luna, podáis asomaros juntos al cielo y descubráis an-tiquísimos caminos y antiquísimos viajeros. O quizá os inspire más salir a darun paseo, precisamente en una noche de luna llena y verlo todo bañado en luzplateada. ¿Qué os parecería buscar un lugar alto para observar desde ahí cómose acuesta el sol y la tarde se pinta con los colores del fuego?Héroes y princesas, animales y criaturas fantásticas serán vuestros compañerosen la aventura de mirar hacia arriba. ¿Estáis listos para descubrir lo que escon-den los cielos? ¡Animaos! Por la ventana de casa, desde algún punto de la ciu-dad, en un rinconcito del campo o en una reserva de cielos oscuros, la noche osofrece una excelente oportunidad de haceros amigos de las estrellas, pasar unrato delicioso en familia y disfrutar.
13¿Qué son las estrellas?Pájaros de fuego que vuelan en un bosque lejano.Como aquel que venía todas las noches al jardín de un zar a robar sus manzanasde oro ¿Habrá también en el cielo jóvenes arqueros que se atrevan a salir en subúsqueda, caballos de crines doradas y bellísimas princesas que les ayuden aatraparlos? ¿Tú qué crees? Quizá una noche alguno visite tus sueños y te deje deregalo una pluma encantadaPiedras viajeras que pasan a visitarnos, engalanadas con un traje de destellos.¿Adónde van? ¿De dónde vienen? ¿Cómo es que algunos ya las esperan, en elandén de la noche? ¿Dónde se puede leer el itinerario de las estrellas? ¡Quiénpudiera ver a estas majestuosas viajeras surcar los cielos, pasear su cola de dia-mantes por ellos!Las aguas de un río que corre eternamente.En el lejano oriente, esa zona lechosa, como un río de estrellas, separaba a dosesposos que, aunque se amaban, solo podían verse una vez al año En la Indiase le veía como el nacimiento del Ganges, que se originaba en el cielo y despuésllegaba a la tierra Para los egipcios era Nilo de los cielos ¿Qué nombre le pon-drías tú a este río?
14Enormes bolas de fuego que viven lejos, tan lejos, que las ve-mos chiquititas.Podrían ser mucho más grandes que nuestro sol, y estar en un rincón tan re-moto del universo, que su luz tardaría años en llegar hasta nosotrosAlgunasatraen a otros cuerpos celestes que se quedan girando a su alrededor y formangrupos de baile llamados «sistemas solares»Sí, ¡nuestro sol es una estrella! Yla Tierra, que es nuestra casa, baila también en torno a este dorado caballero,junto con otros planetasPlanetas que, al reflejar la luz del Sol, parecen brillar por sí mis-mos en la oscuridad de la noche.No son de fuego, pero atrapan la luz solar y vestidos con ella salen a pasearpor el cielo nocturnoComo son nuestros vecinos cercanos, no es extraño quealgunos tengan incluso más brillo que las remotas estrellasLa luz de las ventanas de un país que se extiende por el cielo.Cuentan algunos pueblos americanos que, más allá de las nubes, hay una tierraen la que viven seres muy parecidos a nosotros, con sus casas y sus caminos, susafanes y sus fiestasPor la noche, cuando el sol se ha ido para todos, sus hogaresse iluminan, como los nuestros¿Será que ellos también ven desde arriba nues-tras casas como un cielo lleno de estrellas?
15Un montón de guerreros, hermanos de la Luna.En un lugar llamado El Ombligo de la Luna, había cuatrocientos guerreros, loscuatrocientos surianosCuando supieron que su madre esperaba un nuevo hijoenfurecieron, y liderados por su hermana decidieron atacarla, ¡pero su hermanoera el mismísimo dios de la guerra! Así que huyeron despavoridos y saltaron porel horizonte convirtiéndose en estrellasSu hermana, después de lanzarse a lapelea, terminó junto a sus hermanos, como la LunaSecretos contados hace mucho tiempo, guardados en cajitas de cristal.¿Y si lo que contamos en voz baja a alguien especial, aquello que sale del cora-zón, durara para siempre, protegido en un cofre de luz allá en el cielo? ¿Si aque-llas cosas que comprendemos y nos iluminan por dentro, se quedaran siempreencendidas como un pequeño farol? ¿Y si el cielo fuera una especie de almacéndonde se guardan todos los secretos? Puede ser que desde ahí nos llegue de vezen cuando, en un susurro, un rayito de luz que nos ayude a comprender, a des-cubrir, a verlo todo más claroCuerpos celestes que danzan en torno a un mismo centro, de dos en dos y de tres en tres.Bailan tan juntitas que, de lejos, parecen ser solo una, pero si te asomas a untelescopio (el balcón del universo) verás que son dos o tres estrellas que bailanen corro
16Las flores del Jardín Nocturno.Se extienden como un delicado manto sobre el jardín del cielo y, cuando llegala noche, abren sus pétalos de luzEl perfume que desprenden inunda nuestrossueñosA veces una corriente invisible arranca alguna flor de su tallo haciéndo-la volarLa Luna es una doncella que se pasea descalza sobre la oscura hierba, yrecoge las flores más hermosas para hacerse un collarPresencias mágicas que deciden el destino de la persona que nace cuando ellas asoman, o que anuncian con sus cambios el porvenir de todo un pueblo.¿Serán sabias, o caprichosas? ¿Serán benévolas o crueles? Si las estrellas escribenel destino de los hombres, seguramente lo harán con plumas de fuego y tintade oroUn trocito del brillo de cada persona que ha pasado por la Tie-rra, que luce para que podamos recordarla al mirar el cielo.Entonces, la noche sería como una enorme casa llena de linternas, con las quenuestros seres queridos nos saludan desde arriba