Edición en formato digital: febrero de 2019© 2019, Eric Lilliput y Tormenta, por el textowww.tormentalibros.com© 2019, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona© 2019, Laia López, por las ilustracionesDiseño: Penguin Random House Grupo Editorial ISBN ebook: 978-84-204-5172-5Conversión ebook: Newcomlab S.L.L.Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright. Elcopyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.www.megustaleer.com

DIMINUTOSvan al colegioERIC LILLIPUT Ilustraciones de LAIA LÓPEZ

Hop tiene una conexión especial con los animales. Si está callado… ¡es porque está tramando algo!Nació en verano.Ula recicla todo para sus inventos. Es divertida y algo alocada. Nació en verano.Mota es muy valiente y viaja acualquier lugar a bordo de una paloma.Nació en invierno.

Clip es experto en todo (o eso dice él).Nació en otoño.Tomillo es presumida y un pocoquejica, pero tiene muy buen corazón.Nació en primavera.

9Los diminutos vivían en una casa en medio de la ciudad, pero no eran humanos. Parecían niños en miniatura porque… ¡medían lo mismo que un dedo pulgar! Los diminutos eran muy revoltosos. Ula y Hop eran los diminutos más traviesos del mundo, pero sus travesuras no eran diminutas… ¡Eran gigantescas!Esa mañana, se despertaron pronto. Estaban soñando cuando algo sonó…Capítulo 1

10PI-PI-PI-PI-PI-PI…—Déjame un ratito más, Ula —pidió Hop, y se dio la vuelta en la cama—. ¡Es muy pronto!El sonido continuó…PI-PI-PI-PI-PI-PI…—No soy yo, Hop —respondió Ula, tapándose la cabeza con la manta-calcetín—. Seguro que alguno de tus animales quiere jugar.De nada les sirvió quedarse en la cama: el ruido siguió…PI-PI-PI-PI-PI-PI…¡Era insoportable! Sonaba como aquella vez que Ula quería una flauta-cama—. ¡Es muy pronto!