background image
Publicado originalmente en francés con el título: Mandela et le général, de John Carlin y Oriol Malet© Seuil-Delcourt – 2018Esta edición ha sido publicada mediante acuerdo con Anne Edelstein Literary Agency, LLC en conjunción con sus debidamente designados agentes L’Autre Agence, París, Francia.Edición en formato digital: marzo de 2019 © 2018, John Carlin y Oriol MaletTodos los derechos reservados© 2019, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona© 2019, Carlos Mayor Ortega, por la traducciónPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.Elcopyrightestimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyrightal no reproducir, ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-663-4871-3Composición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleer.comUn gran gracias a mi cómplice inventivo, entusiasta, trabajador y extremadamente talentoso, Oriol Malet, y a nuestro editor sabio, lúcido, sereno y siempre de buen humor, Louis-Antoine Dujardin. Sin ellos, este libro nunca habría salido a la luz.Aún menos lo habría hecho, si es que eso es posible, sin la fe sincera y la inspiración de mi compañera de combate en numerosas batallas anteriores, Nathalie Fiszman.John CarlinGracias a Louis-Antoine y a todo el equipo Seuil-Delcourt por su confianza en este proyecto.Gracias a John Carlin por haberme convertido en su socio y por haberme descubierto tantas cosas sobre este magnífico país.Gracias a Jordi Lafebre por haber hecho posible uno de mis mayores sueños.Y un gran gracias a Gal·la, Mariona & Meritxell, mis tres amores, por apoyarme y estar siempre a mi lado.oriol Malet
Page 7 of 125
background image
Nelson Mandela y John Carlin el 11 de febrero de 1994.
Page 8 of 125
Page 9 of 125
background image
Entre 1989 y 1995, tuve la gran suerte de ser el corresponsal enJohannesburgo del periódico británico The Independent. La condición deperiodista me permitió estar en primera fila para cubrir la trayectoriadeNelson Mandela. Lo seguí desde la cárcel hasta la presidencia, asistí ala muerte tempestuosa del apartheid y al surgimiento de la democracia enSudáfrica por vez primera desde la llegada de los colonos europeos en 1652.Ningunodelosdescendientes deesospionerosveíaconbuenosojos la pérdida de su poder, y una parte de ellos, un grupo de granjerosfuertementearmados,atemorizadosyamargados, encabezadosporel general retirado Constand Viljoen, juraron entonces pelear firme-mente para impedir la dominación negra. La lucha por la libertad a la que Mandela consagró su vida le granjeó numerosos adversarios, pero ninguno resultó tan peligroso como Viljoen, un cabecilla militar deleyenda para muchos sudafricanos blancos. Mandela sabía que, si perdía la batalla contra el general y el movi-miento de extrema derecha que lo respaldaba, podía despedirse de su sueño de una Sudáfrica democrática. Su pesadilla de ver su país enllamas estuvo a punto de hacerse realidad.Mandela actuó de acuerdo con su instinto y su temperamento:no cogió las armas, combatió con la palabra. Descartó la violencia yutilizó su capacidad de seducción y su carisma para hacer una llamadaa la sensatez. En lo que ha quedado, a posteriori, como el principallogro de su misión de liberación de Sudáfrica, se impuso la tarea, enapariencia inalcanzable, de reunirse cara a cara con el general Viljoenpara convencerlo de que se desarmara, de que evitara la guerra, pero también de que aceptara un nuevo orden político posracial. Para contar la historia de la increíble seducción de Constand Viljoenpor parte de Nelson Mandela, me he basado en numerosas entrevistasprivadas con Mandela y, sobre todo, en una conversación que mantuve conel general en un bar de una playa de Ciudad del Cabo, varios años despuésde losfatídicoshechos relatadoseneste libro. Asimismo, me he reunidocon el hermano gemelo del general, Braam Viljoen, que desempeñó unpapel discreto, pero importante, en la llegada de la paz a Sudáfrica.John Carlin
Page 10 of 125
background image
background image
«¿Ve ese punto allí a lo lejos, en el mar? Es la isla de Robben.» «La cárcel de Mandela.»«Antes era una colonia de leprosos.» «Los suyos lo tuvieron encerrado allí dieciocho de los veintisiete años que pasó encarcelado.» 12
Page 11 of 125
background image
background image
A mí me parecía normal.Eso es muy duro, general Viljoen. Una conversación en un bar de Ciudad del Cabo con vistas al océano Atlántico. En el horizonte, la isla de Robben. 13
Page 12 of 125
background image
background image
Yo era soldado y él, un terrorista. Era mi enemigo número uno. Aquel hombre luchaba por lo que llamaba «la emancipación de los negros». Mi deber era defender la civilización blanca.Por entonces, se suponía que los negros estaban para servirnos.Aquí tiene...14