Edición en formato digital: septiembre de 2018© 2018, María Uve© 2018, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 BarcelonaPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.El copyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir ni distribuir ningunaparte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autoresy permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org)si necesita reproduciralgún fragmento de esta obra.ISBN: 978-84-17001-36-0Composición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleer.com

A mis padres, a Sole y sobre todo(lo sé, las personas no son eternas, pero tú eres inmortal en mi corazón)a mi cascarrabias: Pastora.

«¡Pipiola!, ¡enclenque!, ¡gafotas!, ¡cejijunta!»¡Sí!, esa era yo, o por lo menos lo que los demás veían de mí, aunque yo a esa lista añadiría: amante de los animales, amiga fiel, sincera, ingeniosa... Y en cuanto al físico, también tenía los ojos bonitos y grandes, y una graciosa nariz respingona (que no tardaría en convertirse en una gran nariz prodigiosa para detectar mentiras).Todos estos atributos me convertían en la candidata ideal para llegar tarde a la fiesta del amor, y no sé si me alegra haber pisado después ese mundo paralelo en el que o se te pone cara de gilipollas, o te dan por todos lados. Tras casi veinte años sigo sin tener la respuesta. Lo que sí tengo claroesqueconeltiempo aprendes tácticas infaliblesA) para salirte con la tuya, y B) para que si la A falla, te importe un huevo.La clave está en la perspectiva. Yo lo comparo todo con los zapatos. Seguro que alguna vez te has puesto unos con los que al cabo de dos horas pensaste que ibas a morir. Es más, seguro que has pensado que nunca nunca nunca te habían dolido tanto los pies. Pues es mentira. Siento ser yo quien te lo diga, pero van a volver a dolerte alguna vez en la vida, y volverá a ser más que nunca. Y sí, puede que en alguna ocasión encuentres unos zapatos fantásticos, increíbles por fuera y sorprendentemente cómodos, y que cuides como si fueran de cristal porque crees que nunca encontrarás otros iguales. Pero eso era antes: nuestra generación es tan consumista que, en cuanto te descuides, esos zapatos también te habrán hecho daño, porque se gastan, se estropean, se consumen o pasan de moda, y cuesta tanto deshacerse de ellos que los metes en el baúl del «por si acaso», del cual, una vez dentro, no puedes volver a sacarlos.

Dicho esto, y como si fueran zapatos viejos, os contaré que he tenido muchos primeros amores, pero ningún último amor.

Aquí no vamos a llamar las cosas por su nombre, así que le llamaremos «Astilla», porquees de esas personas que se meten debajo de la piel y, si no las sacas a tiempo, pasan a formar parte de tu organismo para siempre...Y Astilla nunca se fue.

No existe un manual de IKEA ni un mapa del tesoro que señale a esa persona tan especial y tan importante que será «el/la primer@» en cogerte la mano, en besarte, en tocarte, en desnudarte, en... follarte..., en volver a follarte (o no) y en decepcionarte después.No, no existen señales de tráfico para que reduzcas la velocidad ni un Stop que te haga parar, no. No lo escoges. Te lo encuentras de repente como ese hostiazo que te das con el borde de la cama en el dedo meñique del pie (por cierto, ¿no estaríamos mejor sin ese dedo? Ahí lo dejo).El caso es que yo lo sentí así, tal cual.Un hostiazo.