p4

La autora

Graciela Montes nació el 18 de marzo de 1947 en Buenos Aires, Argentina. Se crió en Florida, un barrio del Gran Buenos Aires, y muchos de sus relatos transcurren allí.

Es profesora en Letras y traductora. En 1980 obtuvo el Premio Lazarillo (Accésit). Fue nominada por la Argentina al Premio Hans Christian Andersen en 1996, 1998 y 2000. En 2005 recibió, junto a Ema Wolf, el Premio Alfaguara por El turno del escriba. Publicó Más chiquito que una arveja, más grande que una ballena, Tengo un monstruo en el bolsillo, La guerra de los panes, Uña de dragón (una historia que son dos), Betina, la máquina del tiempo, Amadeo y otra gente extraordinaria, y la serie Federico, entre otros títulos.

El ilustrador

Rodrigo Folgueira nació en 1972. Vive en la ciudad de Haedo, en Buenos Aires. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón las especialidades de dibujo, pintura y escultura. Desde el año 2000 se dedica a la ilustración de libros infantiles, juveniles y de adultos. Publicó en editoriales nacionales y extranjeras. Algunos de sus trabajos pueden verse en El Colectivo fantasma y otros cuentos del cementerio, Un amigo para siempre y Una mentira.

5
p5

A Federico Fellini
y a todos los que me enseñaron

a ver dragones.

6
p6
7
p7

INSTRUCCIONES
PARA LEER ESTE LIBRO

Esta historia es a la vez dos historias. Una corre por arriba y otra corre por abajo. Pero podría haber sido al revés: la que corre por abajo podría correr por arriba y la de arriba, correr por abajo.

No es fácil leer al mismo tiempo dos historias. De modo que se puede leer primero la de arriba y después la de abajo, o primero la de abajo y después la de arriba. O surtido, un poco de la de arriba y un poco de la de abajo. O poner el libro de costado y leer con un ojo la de arriba y con otro ojo la de abajo, pero eso no se lo aconsejo a nadie: es realmente muy difícil.

En fin, cada uno hará como mejor le parezca. También puede cerrar este libro y no volver a abrirlo nunca más. Le aviso que con eso no va a conseguir nada: las palabras van a seguir ahí adentro, esperando que las lean. Son increíbles las palabras: nunca se cansan de esperar.

8
p8
9
p9

Martes 28
de diciembre

Falta poco para que se termine el año pero mi uña de dragón sigue sin aparecer. Este cuento trata precisamente de eso: de una uña de dragón que no aparece.

Solamente los que tengan una uña de dragón, o los que alguna vez hayan tenido una y luego la hayan perdido (suelen suceder esas cosas, por mucho que uno se cuide), pueden entender a fondo todo este asunto. De modo que supongo que a los que no saben nada de uñas ni de dragones, más les convendría dejar de leer de inmediato, salvo que estén dispuestos a correr el riesgo de seguir leyendo sin saber bien adónde vamos a ir a parar con tantas palabras.

PEQUEÑO MANUAL PARA EL USO
DE LAS UÑAS DE DRAGÓN

1. Cómo reconocer una uña de dragón

Una uña de dragón debe ser reconocida de inmediato. De no ser así, es muy probable  que  se

10
p10

Como todo el mundo sabe, las uñas de dragón pueden aparecer en los lugares más increíbles, como ser debajo de las ruedas del penúltimo vagón del tren fantasma, en el piso de un colectivo de la línea 151 o en el fondo de la lata de las galletitas. Yo encontré la mía en el Parque Lezama un día en que había ido con mi papá y con Ana (Ana es mi hermana, por eso ya apareció en la historia: los hermanos siempre andan cerca, una no puede librarse de ellos) a canjear historietas. En esos tiempos, Ana tenía muchísimo interés en las uñas de dragón y sabía un montón acerca de ellas. Yo nunca habría podido completar mi Pequeño Manual para el Uso de las Uñas de Dragón sin la ayuda de Ana. El único problema era su ridícula costumbre de llamarlas “uñas de  dinosaurio”.  Eso  no  es  más

convierta en cualquier otra cosa antes de contar hasta diez.

Las uñas de dragón pueden ser pequeñas, medianas o grandes. Pero todas en general son de color rosado pálido, brillantes, más bien suaves y algo puntiagudas.

11
p11

que un capricho (mi hermana es muy caprichosa); todo el mundo sabe que una uña de dragón es una uña de dragón. La prueba está en que, cuando una la aprieta con la mano, se empieza a calentar, y ya se sabe que los dragones echan fuego por la boca y los dinosaurios, en cambio, no hacen más que arrastrarse por los paisajes solitarios de los mundos de antes y no echan ni una chispa por ninguna parte.

Pero, dejando de lado esos caprichos, Ana valía la pena en esos tiempos. Hasta el verano pasado. Ahora, Ana está muy cambiada. Antes, por ejemplo, se pasaba las tardes preparando jugo de hadas en la terraza, y le gustaba ponerse el vestido rojo plisado de la abuela Nélida y dar vueltas y vueltas frente al espejo mientras decía “asa nisi masa”, siete veces para un lado y siete veces para el otro.

Un modo infalible de reconocerlas consiste en apretarlas muy fuerte con la mano derecha. Se notará de inmediato un fuerte calor en los pies. Si se las aprieta con la mano izquierda, en cambio, se sentirá calor en la cabeza.

Una uña de dragón puede llegar a confundirse

12
p12

Hoy, si una le pregunta, capaz que se ríe y pregunta que qué es ese invento del jugo de hadas y hasta es posible que diga que ella jamás oyó hablar de las uñas de dragón. Ni siquiera de las de dinosaurio. Es muy mentirosa Ana.

La mía era una uña de dragón perfecta, rosada y brillante, con la forma justa. Estaba medio escondida debajo de un montoncito de pasto en una barranca del parque que tenía más bien barro y canales de resbaladas de bicicleta que pasto. (Esa es otra característica de las uñas de dragón: aparecen en lo raro de las cosas. Por ejemplo, si una está en la cocina, aparecen debajo de una almohada). Yo fui la que la encontró, pero la que se dio cuenta enseguida de que efectivamente, era una uña de dragón y no alguna otra cosa fue Ana. “Es una uña de dinosaurio”, dijo Ana.

con una uña de dinosaurio, debido a que ambas tienen forma y color semejantes, a pesar de que las uñas de dinosaurio tienden más bien al tono salmón que al rosado típicamente dragoneante. Es imprescindible ser muy cuidadoso en esta cuestión. Una uña de dragón usada a la manera

13
p13

Y yo enseguida me di cuenta de que, efectivamente, era una uña de dragón. Por eso es que sospecho sobre todo de ella.

de uña de dinosaurio puede acarrear innume- rables problemas al usuario. Dado que no es fácil ni está bien establecido el mejor método de reconocimiento, me voy a permitir dar algunas observaciones y un consejo práctico.

Primero: las uñas de dragón son muchísimo más calientes que las uñas de dinosaurio.

14
p14

Miércoles 29

(DEL MISMO MES PORQUE LAS COSAS,
CUANDO PASAN, PASAN TODAS JUNTAS)

Están sucediendo cosas. Los demás se hacen los disimulados, pero están sucediendo cosas. Siento que está por empezar una historia.

En mi opinión, las historias empiezan de dos maneras. Primera manera: uno anda lo más campante por la vida y de pronto, zas, se le cae una historia encima. Esas son las historias chaparrón. Con las historias chaparrón, uno queda empapado enseguida. Segunda manera: uno sigue caminando sin darse cuenta de que la historia ya empezó y, cuando se quiere acordar, ya está todo mojado. Esas son las historias garúa. En cuanto empieza a llover una historia, crece una flor.

Esto se debe seguramente al hecho de que los dragones echan fuego por la boca y por la nariz, y los dinosaurios, en cambio, son animales más bien friolentos. Una uña de dragón puede tener una temperatura de hasta quince grados centígrados más que una uña de dinosaurio.

15
p15

El único modo de saber si una historia es historia chaparrón o historia garúa es empezar a contarla. Así que empiezo.

Esta mañana me desperté. Sí, ya sé que los que cuentan historias no suelen escribir este tipo de cosas. Es posible que para muchos despertarse no sea algo importante, algo que valga la pena anotar en una historia. Pero para mí sí es importante. Por eso puse que esta mañana me desperté. A mí despertarme me cuesta bastante tirando a mucho. Primero, porque tengo que volver, y después, porque tengo que acordarme. Volver de dónde no sé, pero lo que sí sé es que de algún lado estoy volviendo, y eso no es fácil. Tampoco es fácil acordarse. Para empezar tengo que acordarme de que yo soy yo (y eso es muy complicado cuando una está volviendo), y  después  tengo  que  acordarme  de  muchísimas

Segundo: las uñas de dragón tienen la propiedad de cambiar el color de los ojos de los gatos. Las uñas de dinosaurio, en cambio, cambian el color de los ojos de los perros.

Una uña de dragón debe ser atesorada con muchísimo cuidado. No es fácil encontrarla, pero

16
p16

otras cosas: de que estoy en mi cama, de que el bulto que tengo pegado a los pies no es un pulpo salvaje sino una gata Yugoeslavia, de que al lado hay otra cama que a veces tiene una Ana encima pero que hoy no tiene Ana porque Ana se iba temprano a la casa de Teresa a tomar sol, de que hay mucho sol (lo veo por entre las tablitas de la persiana baja), de que es diciembre, de que hace calor, de que falta poco para el Año Nuevo, de que tengo hambre y un poco de ganas de pan con manteca, y de que me sigue faltando, de que me falta mucho, de que me falta en una de esas para siempre, mi querida, mi rosada, mi brillante uña de dragón.

Cuando terminé de despertarme sentí que algo más pesado que Yugoeslavia me aplastaba la garganta, y el pecho y todo el cuerpo. Se trataba, por supuesto, de la Manta Oscura.

volver a hallarla una vez extraviada es casi imposible. Téngase en cuenta que toda uña de dragón pertenece a un dragón que la anda buscando.

17
p17

Nosotros dos, con mi papá, la llamamos así: la Manta Oscura. Le pusimos ese nombre un día en que nos dimos cuenta de que los dos la conocíamos bastante. No sé si vale la pena hablar de la Manta Oscura. Con la Manta Oscura pasa como con las uñas de dragón: son para los que ya la conocen. Acerca de la Manta Oscura se podría muy bien escribir otro Manual, como el de las uñas de dragón. Tal vez lo escriba este verano porque los veranos son tan largos que les entra cualquier cosa, y además porque estoy convencida de que todo es mucho más fácil si uno tiene instrucciones. A veces me pregunto por qué en la escuela no nos enseñarán algunas de esas cosas tan importantes que hay que saber en la vida: qué hacer cuando a uno lo tapa la Manta Oscura, qué ventajas tienen las uñas de dragón, cómo soportar a los hermanos.

2. Antecedentes

(Tomado de un artículo de la Enciclopedia de Asuntos Extraordinarios, tomo VII, página 567)

Luego de referirse a uñas de importancia, como ser uñas de ángeles, uñas de basiliscos y uñas de cíclopes rengos, la Enciclopedia da estos datos históricos acerca de las uñas de dragón:

18
p18